Cuidar el planeta es también cuidar de las personas que lo habitan y de aquellas que lo vayan a habitar en un futuro, por lo que es muy importante pensar en el legado que dejaremos, así como responsabilizarnos de nuestras acciones en consecuencia.
Tristemente, los problemas que sufre el medioambiente están de plena actualidad, y es una muy buena ocasión para hacer también partícipes a los niños sobre el problema. Cientos de años de abuso por parte del ser humano al medio ambiente se manifiestan de manera cada vez más continuada con síntomas como los terremotos o las nubes de polución en el cielo de las grandes ciudades, y deberían ser una potente llamada de atención a nuestras conciencias, y de manera especial para la de padres, madres y educadores en general.
El problema de la contaminación y de la conservación del medio ambiente tiene una relevancia vital, y debería hacernos pensar en qué mundo deseamos que tengan nuestros hijos el día de mañana y cuál será el que reciban por nuestra parte si continuamos con este ritmo de destrucción.
Concienciarnos de la necesidad de cuidar a nuestro planeta
La educación ambiental es algo que debemos interiorizar y también transmitir a nuestros hijos desde casa, incentivando también el hecho de que se trabaje en los centros educativos. Y es que no debemos olvidar que, si ayudamos a cuidar el planeta, estaremos cuidando el lugar que heredarán nuestros hijos y nuestros nietos.
El estado del ambiente incide en nuestro estado integral de salud y bienestar, y eso es precisamente lo que hace tan importante que trabajemos por su conservación, ya que al cuidar el ambiente estaremos protegiendo el adecuado crecimiento y desarrollo de nuestros hijos.
Cada día la tierra se ve más afectada por las consecuencias del cambio climático y es hora de plantearse qué podemos hacer para revertir dicha tendencia.
Educar con conciencia ecológica
A los niños debe enseñárseles el respeto y el cuidado por el medio ambiente desde su más tierna infancia. En este sentido, los padres deben prepararse en hábitos sanos y saludables antes de que nazca el bebé, ya que vivir en un ambiente sano hará que el niño/a pueda adoptarlo también como hábito el día de mañana.
En otro orden de cosas, padres y educadores podemos mostrarles cómo cuidar los recursos naturales, enseñándoles por ejemplo a:
- Reciclar el papel.
- Cuidar el agua (cerrar el grifo mientras se enjabonan las manos).
- Apagar la luz cuando no se esté utilizando.
- No arrojar basura al suelo.
- Plantar árboles.
- No maltratar a los animales.
- Cuidar las plantas del jardín, la casa, el parque y el colegio.
La educación es un pilar básico con respecto a la concienciación sobre el cuidado del medio ambiente. Podemos hacer mucho porque los niños sean los principales valedores en el futuro de un ecosistema sano y protegido, y para ello necesitamos formar una generación que pueda retornar un estado de convivencia entre el hombre y la naturaleza en perfecta armonía.