Seguro que has oído hablar muchas veces del pintor Vincent van Gogh, pero, ¿has oído hablar del misterio del color amarillo que le rodea y que hay en la mayoría de sus obras? Hacerlo no te dejará indiferente y te ayudará a conocer mucho mejor a este genial pintor, así como a explicarlo de una forma más completa en el aula. ¿Qué es lo que se esconde tras sus impresionantes obras?
Vincent van Gogh es, ante todo, uno de los mejores y más reconocidos artistas del mundo del arte. De origen neerlandés, van Gogh nació un 30 de marzo del año 1850 en el seno de una familia unida y bien establecida. Se cree que el amor que van Gogh sentía por el arte y por la naturaleza se lo había transmitido su madre, y sin duda debió calarle mucho, pues es la naturaleza lo que más representó en sus obras pictóricas postimpresionistas.
Tras realizar diversos estudios, en los cuales podrás profundizar más en nuestra biografía de Vincent van Gogh, decidió acudir a la Academia de Bellas Artes de Bruselas, momento en el que comenzaría ya a realizar algunas de sus mejores y magnificas obras de arte.
Uno de los mayores genios del postimpresionismo
Se dice que las creaciones que realizó van Gogh superan los 1.600 dibujos y los 800 cuadros, obras influenciadas todas de manera plena por la corriente del impresionismo y futuro ejemplo de corrientes posteriores, como el fauvismo o el expresionismo.
En cuanto a las tonalidades que prefería o no van Gogh, y analizando más pormenorizadamente las obras que realizó este gran artista, destacan aquellas en las que sobresalían los colores llamativos con gran realce, como el amarillo, el azul o el blanco.
Pero si vamos aún más al interior, en la pintura “Los girasoles” o en “Vista de Arlés con lirios en primer plano”, por ejemplo, el color que más destaca es sin duda el amarillo, algo que sucede en muchas obras también y que ha dado pie a especular en torno a la preferencia de Vincent van Gogh por el color amarillo en particular sobre otros. El misterio del color amarillo, lo llaman…pero, ¿tuvo verdaderamente esto algún trasfondo psicológico?
La predilección del amarillo en las obras de van Gogh
Cuando apenas van Gogh iniciaba sus grandes obras, decidió mudarse a la conocida como “casa amarilla” en Arlés, Francia, con la intención de reunirse con otros artistas de la época, como hizo con el francés Paul Gauguin, y en la búsqueda de un posible renacer y de nueva inspiración para sus obras.
Pudo ser precisamente, a partir de ese momento, cuando comenzase su fijación por el color amarillo, que le servía para transmitir muchas emociones, como la alegría o la positividad, aunque también emociones negativas como la soledad o la tristeza. Una de las pinturas famosas que tiene este gran artista es la que lleva por nombre “Los Girasoles”, y en la que predomina también el uso de pigmentos amarillos luminosos. Además los girasoles serían recurrentes en el artista, pues realizaría varias series, incluso de girasoles en jarrones inundados de nuevo de un espléndido amarillo.
Una tonalidad que no solo era fruto de la pasión que van Gogh sentía por experimentar con los colores y por transmitir con ellos las emociones más profundas y humanas, sino también porque el amarillo le recordaba la luz del Mediterráneo, de la que pudo disfrutar largo tiempo durante su estancia en Arlés.
Sin embargo, es importante resaltar que nunca se trató del mismo color amarillo o en una misma tonalidad, lo que puedo ser fruto de esa forma que tenía de expresar emociones y sentimientos diferentes, a veces alegres a veces tristes, fruto también de una ambigüedad por la que su equilibrio emocional parecía también transitar a menudo. Por otro lado, no debemos olvidar que, con el transcurso de los años, también se han podido producir cambios químicos en el pigmento de muchas de sus obras.
La salud de Vincent van Gogh y el color amarillo
Aunque si se realiza un análisis más exhaustivo de las obras de van Gogh, se nota de forma evidente esa predilección por el color amarillo sobre otros, lo que tal vez pudo no ser siempre fruto de su técnica o de su intención de expresar determinados sentimientos. De hecho, se cree que Vincent van Gogh tomaba lo que se conoce como “digitalis purpurea”, que es una sustancia química procedente de una planta que se usaba con el propósito de tratar las crisis maniaco-depresivas y antiepilépticas que sufren algunas personas, entre otras afecciones. Y es que van Gogh pasó por muchos episodios de angustia a lo largo de su vida, que marcarían también profundamente el devenir de sus obras, adquiriendo mayor profundidad y una nueva percepción de la realidad.
Van Gogh llegó a consumir de manera constante dicho fármaco con la finalidad de frenar un poco los ataques que sufría habitualmente y poder relajar su cuerpo y su mente, pero esta medicina tenía efectos secundarios importantes, y uno de ellos era el cambio de percepción en los colores que podían experimentar los pacientes, y ese es otro de los posibles motivos por el que este famoso pintor podía ver más tonalidades amarillas en los objetos de las que en realidad hubiere.
Aunque otro de sus problemas de salud, que no fueron pocos, también pudo tener algo que ver con este misterio del color amarillo, y es un glaucoma de ángulo cerrado subagudo que padecía en sus ojos, lo que pudo incidir definitivamente en las luminosidades que observaba en las cosas y en sus propias obras. En cualquier caso, está claro que lo que no es un misterio es que Vincent van Gogh veía su mundo a través de un filtro de color amarillo absolutamente precioso, dado el resultado de sus increíbles obras, y que no por ello dejó de ser fiel a cuanto observaba a su alrededor.