En el pasado era habitual que los niños con determinados problemas o discapacidades no pudieran asistir a las aulas consideradas “normales”, pues se tendía a pensar que esto solo ralentizaría o perjudicaría al resto de alumnos. Afortunadamente esto cada vez se da menos, pues vamos siendo conscientes de que es necesario incluir a dichos niños y crear un ambiente de compañerismo y de colaboración entre todos los alumnos.
Los estudiantes eran excluidos por un sinfín de razones, desde la incapacidad de un maestro para comprender la discapacidad concreta del estudiante, hasta la creencia de que los estudiantes con capacidades especiales no podrían mantenerse al día con el resto de sus compañeros. Pero, independientemente de la razón, está claro que en el pasado estos estudiantes quedaban fuera de muchas actividades que los demás estudiantes sí podían disfrutar, incluidas las relaciones con los compañeros.
Sin embargo, gracias a la creciente popularidad de la educación inclusiva todo esto va cambiando pero, si es tu sueño el ser maestro de educación infantil, ten en cuenta que es esencial comprender la educación inclusiva para garantizar que cada niño que entra por la puerta de la clase tenga la oportunidad siempre de desarrollar su máximo potencial.
Qué es la educación inclusiva
Lo que inmediatamente viene a la mente al mencionar la frase “educación inclusiva” es el poner a los estudiantes con todo tipo de habilidades en el mismo salón de clases, pero en realidad es mucho más que eso. La inclusión significa que cada estudiante participa, que se siente bienvenido y puede lograr sus objetivos académicos. Por ejemplo, un maestro con un aula inclusiva podría emplear varias técnicas diferentes para enseñar un concepto que se adapte a diferentes estilos de aprendizaje.
Eso sí, debe quedar claro que la educación inclusiva aún no es la norma en todas las escuelas, pero gracias a los numerosos programas inclusivos y cursos de formación existentes, cada vez son más las escuelas que defienden este tipo de educación, mucho más democrática.
Beneficios de la educación inclusiva
¿Por qué tantas escuelas se centran en la educación inclusiva en el aula? La respuesta es simple, y es que hay muchos beneficios para todos los alumnos involucrados. La educación inclusiva es un derecho del niño, no un privilegio, y por ello todos los niños con discapacidades o capacidades especiales deberían ser educados con el resto de niños de su misma edad, y tener acceso al plan de estudios de educación general en las mismas condiciones.
Los beneficios de la educación inclusiva son numerosos, tanto para los estudiantes con discapacidades como para los que no. Por un lado, los estudiantes con discapacidades se benefician de tener modelos a seguir en el aula y de ser desafiados con mayores expectativas académicas y en un ambiente de igualdad. Por otro, el resto de estudiantes entablan amistades con una mayor variedad de personas, construyen una comprensión de la diversidad y se preparan de una forma mucho más realista para ese mundo que está ahí fuera, en el que las personas generalmente no se dividen según sus capacidades.
Pero la educación inclusiva también tiene beneficios para los maestros. Además de ampliar su conocimiento de los diferentes tipos de estudiantes y métodos de enseñanza, los maestros a menudo trabajan más estrechamente con sus colegas y desarrollan mejores relaciones con ellos. Por lo tanto, aunque es de esperar un trabajo adicional por parte de los maestros, no se espera de ellos que conozcan todas las estrategias para ayudar a los estudiantes con capacidades especiales, y es ahí donde se comienzan a entablar relaciones con otros especialistas y educadores y a nutrirse mutuamente.
Los detractores de la educación inclusiva
A pesar de los numerosos beneficios que la educación inclusiva tiene para todos los estudiantes en el aula y para los maestros, la educación inclusiva también tiene detractores. Algunos críticos, por ejemplo, temen que tanto los estudiantes con discapacidades como sus compañeros de aprendizaje se encuentren en desventaja o con carencias en un aula inclusiva. Otra de las ideas es que los estudiantes de educación especial no obtendrían el aprendizaje verdaderamente especializado que necesitan, mientras que los demás estudiantes no obtendrían la cantidad de tiempo y la atención que necesitan también por parte de sus maestros.
Otra de las preocupaciones es el coste que este tipo de educación puede tener, puesto que determinados trastornos, como el autismo, pueden requerir un porcentaje mayor de recursos. Pero a pesar de estas ideas algo más negativas con respecto a los beneficios de la educación inclusiva, lo cierto es que una escuela no puede decidir arbitrariamente el rechazar a los estudiantes con discapacidades porque sí, y es un tema que no podemos ignorar. ¿Acaso no merecen estos niños un esfuerzo por parte de todos?
Entonces, ¿son mayores los inconvenientes al hecho de lo enormemente positivo que puede ser para los niños el compartir escuela y espacios? No cabe duda de que la enseñanza de un aula inclusiva requiere de una planificación muy exhaustiva en términos de materia del curso y de estilo de enseñanza, con el fin de garantizar que cada alumno esté aprendiendo y mejorando sus habilidades como debiere. Pero también es cierto que los maestros pueden acceder a una capacitación adicional, si así fuera oportuno, o incluir en las escuelas a personal algo más especializado que pueda dar apoyo al resto de maestros sobre todo en los momentos más complejos.
Y tú, ¿qué opinas de la educación inclusiva? ¿Se practica en tu escuela o en la de tus hijos?
19 septiembre, 2019
En mi colegio se practica y estamos desbordados. Sin ninguna ayuda, sin auxiliares. Cada maestro y cada grupo “soporta los gritos”, lloros y demás actitudes y dejan de hacer clase porque deben atender al “niño “incluido. No hay derecho.
3 octubre, 2019
Sí, es una pena, lamentablemente no se ponen todos los medios necesarios de momento para que pueda llevarse a cabo de forma efectiva. Es una tarea de todos.