Se cumplen casi dos años de la pandemia que ha puesto contra las cuerdas el mundo conocido, y, ¿acaso nos hemos preguntado sobre el impacto que tuvo en nuestra cotidianidad el hecho de transcurrir gran parte de nuestro tiempo confinados en casa? ¿Cómo pudo afectar a los niños? ¿Qué aprendimos como padres y de qué nos dimos cuenta? Seguro que son muchas las cosas que has descubierto, aunque aún no hayas reflexionado al respecto o no te hayas parado a pensar en ellas.
Es posible que muchos de esos descubrimientos que hayas podido realizar tengan mucho que ver con el hecho de haber compartido momentos claves en familia, bien sea viendo una película o comiendo en la mesa, jugando o estudiando. Y sin duda muchos de esos momentos habrán sido claves también para descubrir el comportamiento y el desempeño de tus hijos frente a ciertas actividades.
Esto quiere decir que, probablemente, uno de los aprendizajes más importantes en cuarentena para los padres fuese el identificar el talento de sus hijos, al margen de la escuela, y eso es algo crucial que ahora deberíamos seguir fomentando, pero, ¿cómo hacerlo?
Y esta es una pregunta recurrente a la que aspiramos contestar desde la perspectiva del filósofo José Antonio Marina a continuación.
Cómo fomentar el talento en los más pequeños
- Estimula al niño en su primera infancia
Para el Instituto de Psiquiatría del King College de Londres, los genes de los niños, junto con el trabajo que hagan los padres con sus hijos hasta la edad de los cuatro años, aproximadamente, marcará notablemente su desempeño y sus talentos se verán más acentuados.
- Fomenta la creatividad en casa
Según José Antonio Marina, filósofo reputado y presidente de la Fundación Educativa Universidad de Padres, son los padres los llamados a involucrar a los hijos en el proceso creativo, ya que en la mayoría de las escuelas se limita esta habilidad debido a su modelo de educación rígida. Por eso, para el filósofo, los primeros cuatro años de vida del niño deben pasarlos junto a sus padres, porque nadie mejor que ellos para impulsarlos a tan corta edad.
- No detengas la curiosidad innata del niño
Desde que el niño comienza a ser independiente se desarrolla un instinto de curiosidad que debe ser alimentado y jamás frenado. Esa curiosidad se puede estimular desde una temprana edad con la ayuda de juegos didácticos que le permitan conocer cómo funcionan las cosas.
- Reconoce sus avances
Un niño que sea capaz de reflexionar sobre sus avances y aprendizajes es un niño que se puede motivar a continuar observando su entorno. Para motivarlo puedes plantearle ciertos acertijos que impulsen su investigación y sus ganas de saber más cosas. Por ejemplo, podrías instaurarle la duda sobre la forma en que viven las hormigas, y un cuento fantástico para conseguirlo es Expediente Hormiga.
- Encamínalos a cumplir retos sencillos
No solo basta con entregar a los niños un lápiz y papel para que dibujen, es necesario, además, que cumplan con una serie de pautas para que tengan conciencia de los objetivos o metas que se esperan de ellos. De esta manera podemos darles pautas para crear formas geométricas, con la utilización de ciertos colores, tamaños y demás detalles que se irán involucrando a medida que su aprendizaje vaya creciendo.
- Motiva ante el fracaso
Los fracasos pueden llegar en cualquier momento y ser muy frustrantes, pero es importante que identifiquen ese sentimiento y lo superen aplicando los correctivos necesarios sin perder la motivación. Pero recuerda en este punto que los desánimos y la falta de interés sobre las cosas están asociados también a veces con la asignación de tareas que están por encima de las capacidades. Es decir, que se hacen presentes cuando se satura al niño con actividades propias de un niño de mayor edad, por lo que esto no solo ocasiona desinterés, sino que también podría generar frustración y temor a enfrentar nuevos retos, y debemos tenerlo muy en cuenta para no convertir el fomento del talento de cada uno en algo perjudicial.
