El método KUMON de enseñanza infantil

El hijo de un profesor de matemáticas japonés tenía dificultades con esta materia en la escuela y a su padre se le ocurrió la idea de desarrollar un método de aprendizaje específico para ayudarlo. Así nace el método Kumon, que se divide actualmente en dos programas: uno de lectura y otro de matemáticas.

Esto ocurrió en 1954 y el maestro, Toru Kumon, estaba convencido de que todos los niños tienen capacidades que se pueden explotar y un gran potencial que sería una pena no aprovechar. Sólo hace falta estimular convenientemente el aprendizaje y la capacidad de abstracción para centrarse en algo concreto y para eso el método funciona centrándose en alimentar la autoconfianza del pequeño y mejorar su rendimiento académico, así como desarrollar la concentración.

Diseñado para que se practique como actividad extraescolar, acudiendo al centro dos veces en semana y trabajando el resto de los días en casa, el método Kumon está presente en 71 países del mundo y sólo en Norteamérica hay más de 1500 centros.

Siempre enfocado a que el alumno avance gracias a su esfuerzo individual, se hace un examen-diagnóstico al inicio para situar el momento de conocimiento del niño, independientemente de su nivel escolar, y a partir de ahí se le proporciona un material didáctico propio y auto-instructivo, que le insta a resolver los ejercicios con la mínima intervención del orientador y a avanzar hacia contenidos sobrepasando incluso su grado escolar.

El contenido consiste en ejercicios básicos, basados en la repetición hasta que el niño consigue la destreza necesaria y así continúa avanzando en nivel y en dificultad. El programa de matemáticas consta de 23 niveles que abarcan desde la educación preescolar hasta bachillerato. Mientras que, el programa de lectura o lenguaje, se centra en las diferentes etapas de la lectura y la formación de las palabras. No hay presión ya que cada alumno evoluciona a su propio ritmo. El único compromiso es aprender. El avance dependerá del tiempo dedicado y sus metas. Aun así se hace una previsión de objetivos según el desempeño que tenga el niño.

El importante papel de los padres

Los padres son uno de los vértices del triángulo del éxito en Kumon, junto a los alumnos y a los profesores. Se les insiste en la invaluable aportación que harán corrigiendo en casa los ejercicios que hagan sus hijos. Tranquilos, hay unas plantillas para que esto resulte muy fácil y rápido. Además es imprescindible que los niños vean el interés de los padres y sientan su apoyo y ánimo. Les ayudará a seguir adelante.

Sentirse cada día un poco más capaz, organizado y autodidacta, ya es un motivo más que suficiente para seguir, pero como en todo, la intervención activa de los padres o familia en este proyecto educativo le harán estar más orgulloso y verse valorado, lo que se traducirá en un aprovechamiento máximo de esta novedosa y eficaz manera de aprender.

Sólo queda decir que podemos apuntar al pequeño en cualquier momento, incluso en vacaciones, y que no hay una edad recomendada. Los padres que han probado Kumon dicen que cuanto antes mejor, así que si necesitan apoyo escolar o agilizar las destrezas ya adquiridas, puede ser una buena opción a tener en cuenta.

Autor: Carolina Cuello

Escribo desde siempre, por trabajo y por placer. Creo que la palabra escrita puede cambiar el interior de las personas y es en lo que pienso cuando redacto un nuevo artículo. Más información

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