Muchos niños en su etapa escolar pueden llegar a sentirse excluidos o aislados de sus compañeros. Ante esa situación, no saben muy bien cómo actuar, llegando a encerrarse aún más en sí mismos.
Una alumna de tercer grado de colegio estadounidense llamada Sammie Vance, al ver muchas veces como algunos de sus compañeros estaba solo en el recreo, tuvo una genial solución para acabar con ese sentimiento de soledad en ellos.
El “banco de los amigos”
La pequeña Sammie, dibujó en un trozo de papel una pequeña historieta sobre la soledad y la exclusión. En la historia imaginó, lo que ella llamaba un “banco de amigos”, su explicación fue la siguiente:
“Si alguien está solo o si son nuevos en la escuela y no tienen a nadie con quien jugar, pueden sentarse en el banco”, explicó la niña de 9 años. “Si otras personas lo ven en el banco, se les acercarán y les pedirán que jueguen juntos”
Esta idea conmociono a los profesores y quisieron hacerlo realidad pero, al tener su colegio un presupuesto muy limitado para comprarlos, Sammie junto con su madre, pensaron que con ayuda del reciclaje podrían conseguir bancos reciclados a un buen precio.
Con ayuda de sus compañeros, recolectaron una gran cantidad de botellas y tapas de plástico, pudiendo llevar a cabo los tres bancos para colocarlos en el su patio en un tiempo record.
Al ver los bancos, los compañeros de Sammie se emocionaron, estando siempre muy atentos cuando ven algún compañero sentado en él para pedirle que se levante y juegue con ellos.
Mucho más que un banco
Esta fantástica idea no solo sirve para niños que se sientan solos o tristes, también tiene utilidad para encontrar nuevos amigos cuando empiezan el curso escolar, o para jugar con otros niños cuando sus compañeros habituales no estén.
Además, puede ser una alternativa para que los niños puedan expresar a otros compañeros cualquier tipo de preocupación para que pueda ser ayudado, por ejemplo, en los casos de bullying, fomentando el compañerismo y la integridad.
