Preparar el material
Desde la mochila hasta los lápices, el material que va a usar el niño durante el curso hay que elegirlo, comprarlo, ponerle nombre y forrarlo, en el caso de los libros. Conviene que él lo elija, pues va a ser lo que vea durante muchas horas. Estrenar siempre nos hace ilusión, y salvo algún detalle que se puede reciclar de un año para otro, casi todo habrá que reponerlo porque el curso es muy largo y casi nada llega vivo a junio. Hagamos de este ritual una experiencia divertida y creativa, usemos pegatinas y adornos que hagan únicas sus cosas y que lo “consuelen” los primeros días de vuelta al cole.
Organizar las comidas
Usemos la comida como reclamo cuando llegue a casa. Una buena idea es que el fin de semana se reúna la familia para hacer o, al menos, orientar el menú semanal. Hay que tener en cuenta la opinión de todos los miembros y a la vez enseñar a los más pequeños que hay que equilibrar la dieta y no se puede comer todos los días lo mismo. Te sorprenderá cómo reaccionan y sugieren. Esto es muy positivo porque ven interés por sus gustos y cuando lleguen del cole disfrutarán de los platos pensados por ellos mismos. ¡Uhmmm, qué bueno!
Vuelven los amigos
Prácticamente lo mejor de la vuelta a clase es el reencuentro con los compañeros del pasado año. Después de un verano largo y lleno de aventuras llega la mejor de todas: tus amigos te esperan para contarte sus vacaciones y lo que te echaban de menos. Hay que ponerse al día y eso ya les entretiene hasta que se terminan de adaptar a la rutina.
Un curso nuevo, nuevos desafíos
Crecieron y empiezan un nuevo curso. Hay que contarles que aprenderán cosas nuevas porque son más mayores. También es posible que los cambios de profesores, asignaturas o aula nueva, les despierte la curiosidad y estimule su vuelta al colegio. Seguro hay algún nuevo compañero que, quien sabe, si acabará siendo un buen amigo.
Extraescolares, reencuentro o novedad
Si ya tu hijo iba a alguna actividad fuera de clase que le gustaba, será un gusto retomarla y volver a ver a los niños y niñas que iban con él. Y si no, puede ser el momento perfecto para comenzar con alguna disciplina que le guste o le llame la atención. El comienzo de algo que le emocione: un deporte, teatro, pintura, fotografía, danza, idiomas, un grupo de scouts, natación… puede probar y elegir lo que prefiera.
No vale quejarse de volver al trabajo: da ejemplo
Cuidado con lo que expresamos, si nuestro hijo ve que no hacemos más que quejarnos del fin de las vacaciones va a contagiarse y a ver su retorno a la escuela como algo negativo. Debemos ser positivos, un orden y una rutina hacen que nos sintamos tranquilos, descansados y dispuestos, tanto nosotros como nuestros hijos. Y siempre queda el fin de semana para disfrutar sin tener tan en cuenta las horas mientras hacemos planes divertidos y novedosos.
