Acompaña a tus hijos en el proceso
Ha acabado el trimestre y tu hijo ha suspendido. Antes de nada hay que mantener la calma, no son necesarios los dramas ni nos aportarán nada. Recuerda que tu hijo necesita que estés animado para transmitirle la fuerza que precisa para afrontar el reto de aprobar lo suspendido en el trimestre.
No vamos a quitarle importancia al hecho de suspender, pero tengamos claro que no se acaba el mundo ni se juegan el futuro por no aprobar unas asignaturas un curso. Sí que es importante organizar un plan de acción sobre todo para que no vuelva a pasar.
La mayoría de los suspensos ocurren porque no se estudia lo suficiente y eso es lo que tenemos que remediar inculcando unos buenos hábitos de estudio. Pero vamos por partes, enfoquémonos en el nuevo trimestre escolar y enfrentemos con todo el ánimo y la confianza en nuestros hijos el desafío que esto supone. Seguro que con estas claves salimos victoriosos y logramos que comiencen el trimestre con más confianza y seguridad en sí mismos.
- Importantísimo preparar un sitio apropiado para el estudio. Debe ser tranquilo, acogedor, cómodo y hasta es conveniente que esté cerca de nosotros por si hay que resolver alguna duda o simplemente que se sienta acompañado y apoyado.
- Determinar el horario de trabajo y cumplirlo. Preferiblemente por la mañana evitando el calor intenso y dejando el día libre para disfrutar y relajarse. Establecer las horas que sean necesarias según la cantidad de asignaturas que se hayan suspendido. Si son muchas hay que dar pequeños descansos entre horas.
- Imprescindible cumplir tanto los horarios como las reglas que se hayan establecido previamente. Conviene hacerlo con ellos llegando a un consenso, ponerlo por escrito e incluso firmarlo para que haya un compromiso en firme y sea más difícil echarse atrás.
- Acompañarlos en la realización de las tareas. Es bueno que hagan turnos mamá y papá. Implicarse les motivará más.
- También hay que pactar lo que pierde si no cumple con lo acordado.
- Tú eres su ejemplo a imitar. Tenlo en cuenta y sé responsable con tus compromisos.
- Sé realista, si no puedes ayudarle o te desbordan el trabajo o las dudas, contrata a un profesor particular.
- Revisa el trabajo, sus tareas. Que haga esquemas y resúmenes. Repasa, pregunta…, interésate por todo lo que esté haciendo. Corrígele los ejercicios y sugiérele si crees que puede hacer algo para mejorar.
- Es su obligación recuperar las asignaturas porque su “trabajo” es la escuela, así que no le premies porque termine sus tareas.
- Valora su esfuerzo, anímale a seguir, motívale y siéntete orgulloso de sus logros y sus avances. Que sienta que lo está haciendo bien y que tú lo sabes perfectamente. Si se siente estimulado rendirá mucho más y seguro se hace todo más fácil.
Así que… si este es tu caso, ponte en marcha. Anímate a sentarte con tu hijo o hija tranquilamente y a empezar con todo. Puede ser, además, una excelente ocasión para acercaros más y compartir un proyecto importante, lo que os unirá aún más.
¡Comencemos!