Antes de explicar en qué consiste este principio leamos el siguiente caso:
En el aula de una escuela infantil, tres niños se pasaban el tiempo corriendo alrededor de las mesas, gritando, empujando las sillas o jugando.
Cuando se les reñía, ellos seguían con su comportamiento no deseado. Para aumentar la conducta de estar sentados y callados se siguió el procedimiento siguiente: Cuando estaban quietos y sentados por un breve espacio de tiempo, se les decía que podían correr y gritar. Con pocas sesiones, los niños pasaban cada vez más tiempo sentados y callados.
Cómo intervenir con el principio de Premack
La intervención se basará en la técnica inspirada en el Principio de Premack. Esta técnica lo que trata es de incrementar una conducta/s deseable/s de baja ocurrencia, en nuestro caso aumentar la conducta de los niños de estar sentados y callados. Es una técnica poco intrusiva en la que el niño tiene el propio control de las consecuencias.
Es un procedimiento operante basado en el Principio de Premack, este principio es el siguiente:
“Dadas dos respuestas en un procedimiento de condicionamiento operante, la respuesta más probable reforzará a la conducta menos probable; la respuesta menos probable no reforzará a la conducta más probable.”
Premack verificó experimentalmente que se podía utilizar la conducta más probable (la que le gusta al niño) para reforzar la ocurrencia de la menos deseada o probable (la que nosotros queremos establecer).
De acuerdo con el texto del ejemplo parece que se aplicó el Principio de Premack para reducir la conducta indeseada de los niños y aumentar la deseada. Los elementos utilizados para la aplicación de la técnica fueron:
- Conducta preferida por los niños (comportamiento no deseado): correr alrededor de las mesas, gritando y empujando las sillas o jugando. Esta es la conducta que más le gusta realizar a los niños y por lo tanto la más probable. Este es el comportamiento que se utilizará para “REFORZAR” la conducta menos probable pero deseada por nosotros.
- Actividad menos preferida por los niños (comportamiento deseado por nosotros): que los niños se estén sentados y callados. Esta es la actividad menos preferida por los niños, por eso será la que se ha de “REFORZAR” con la actividad preferida por ellos.
Por tanto, cada vez que los niños lograban estar quietos y callados por un breve periodo de tiempo (actividad menos preferida), contingentemente se les reforzaba permitiéndoles llevar a cabo la conducta preferida por ellos, es decir, correr alrededor de las mesas, gritando y empujando las sillas o jugando. Esta forma de proceder ha propiciado que los niños, premiados con algo que les gusta hacer, aumenten cada vez más el tiempo de realización de la conducta que nosotros deseamos establecer y consecuentemente disminuyan el comportamiento indeseado.
Otros métodos alternativos que podrían utilizarse para obtener los mismos resultados podrían ser los siguientes:
- Sobrecorrección. Consistente en que tras la realización de una conducta inadecuada, el niño ha de llevar a cabo una conducta que remedie las consecuencias negativas de dicho comportamiento negativo (sobrecorregir). Se trata de un procedimiento aversivo porque provee de contingencias negativas por la realización de una conducta, las respuestas emocionales o de contracontrol no suelen ser muy fuertes.
- Coste de respuesta. Consiste en la retirada de un reforzador de forma contingente con la emisión de una conducta que se desea eliminar. Se denomina también “castigo negativo” porque para reducir la conducta inadecuada se retira un reforzador. Produce efectos muy rápidos y es posible que haya respuestas emocionales y conductas de agresión con mayor probabilidad que con la sobrecorrección.
- Tiempo Fuera de Reforzamiento. Consiste en sacar a la persona de la situación (o retirar ésta) en la que está obteniendo reforzamiento de manera contingente a la emisión de la conducta que se desea reducir. Puede usarse cuando se han identificado los reforzadores, aunque no se puedan controlar la emisión de estos.
Conclusión
Con anterioridad a la aplicación del principio de Premack, cada vez que los niños se comportaban de esa forma eran reñidos o castigados por su actitud, sin embargo tras introducir este procedimiento los niños no experimentaban esa reacción negativa porque lo que se está haciendo es producir en el niño un aprendizaje conductual nuevo e incompatible con su forma de proceder actual. El mensaje que que se interioriza no es: “si me porto mal me castigan” sino: “si hago las cosas mejor me puedo beneficiar de ciertos privilegios y pasármelo mejor.”
Por Montse García de https://ontinyentpsycologo.wordpress.com
Bibliografía utilizada Sampascual, G. (2004). Psicología de la educación (Capítulos 2, 3 y 4). Madrid. UNED. http//www.psicodiagnosis.es. Labrador F.J. (2008). Técnicas de Modificación de Conducta. Madrid. Pirámide.