Mamás y papás, ¿no es cierto que se dan ocasiones en las que se piensa que ser padre o madre sería mucho más fácil si no se tuvieran que tomar tantas decisiones familiares? Y a veces esto se complica más al no estar la pareja de acuerdo en la decisión que tomar. Tener un compañero de vida que no esté de acuerdo con nuestras ideas de crianza o de enfoque disciplinario puede ser más que frustrante y una causa de división incluso en las mejores relaciones. Además, la forma en que se manejen los desacuerdos, tendrá un impacto directo en la relación con la pareja y con los hijos.
Sería genial que todas las parejas estuvieran de acuerdo en todo, pero eso no siempre es posible. Una pareja puede haber sido criada en un ambiente natural y relajado y, por el contrario, que otro haya sido criado en un hogar muy estricto, creándose complicaciones en la forma de ver la vida y de educar. Por eso, es muy importante discutir con la pareja cuáles son los objetivos de crianza incluso antes de que se tengan hijos.
Decide, cuando llegue el momento, qué valores son importantes para ambos, y así encontraréis cosas relevantes para los dos y dignas de aplicar, procura llegar siempre a un consenso razonado.
Pasos a seguir para resolver desacuerdos sobre la crianza de los hijos
- Discute tus objetivos de crianza. ¿Qué es importante para los dos? Siéntate con tu pareja y decide qué valores son los más importantes, así como los que lo son menos.
- Hablad sobre en qué punto están los hijos en el proceso de desarrollo y sobre lo que son capaces de entender. A veces las razones de las disputas sobre la crianza de los hijos se deben a que una pareja piensa que un niño es capaz de entender algo y el otro no está de acuerdo. Saber cuál es el nivel cognitivo de tu hijo te ayudará a tomar mejores decisiones. No compares a tu hijo con otros niños y usa ejemplos basados en lo que ellos sean capaces de hacer y de no hacer. Por ejemplo, si pides que saquen algo de su caja de juguetes, ¿entienden y van a buscarlo? Si no esperas a que tus hijos sean capaces de entender, ciertas cosas no serán razonables para ellos.
- Averigua cuáles son las fortalezas y debilidades de ser padres, porque muchas veces ambos miembros de la pareja quieren lo mismo para sus hijos aunque no se sepa. Felicita a tu pareja por sus fortalezas y nunca la señales por sus defectos.
- La mayoría de los desacuerdos con los padres se dan sobre métodos de disciplina o sobre cuando es apropiado disciplinar. Uno de los padres puede pensar que un castigo es el mejor método y el otro puede preferir tiempos de espera y reflexión. Una de las maneras más efectivas de resolver este problema es hablar sobre ello y no olvides que nada es perfecto y que hay ventajas y desventajas en cada forma de crianza. Habla sobre por qué tu pareja piensa que su estilo de disciplina es el mejor método a aplicar, pues esto te ayudará a ver mejor sus puntos de vista y a explicar los tuyos.
- Si la discusión se calienta, acepta no estar de acuerdo. Pelear por cómo ser el mejor padre o madre solo empeorará la situación. Aléjate, toma un descanso y discútelo de nuevo cuando pase el enfado.
- Planea con anticipación. Discute las situaciones problemáticas que estás teniendo con tus hijos. Por ejemplo, si tienes un problema con un hijo que tiene rabietas, discute con tu pareja acerca de cómo manejar la situación. Si tenéis un plan en acción, será más fácil para ambos llevar vuestros objetivos a cabo.
- No discutas sobre crianza frente a tus hijos, aunque esto sea más fácil decirlo que hacerlo. La mejor manera de manejar una situación con la que no se está de acuerdo es no interrumpir y esperar hasta más tarde para hablar y discutir.
- Elige tus batallas. Siempre habrá alguna cosa en la que no podáis estar de acuerdo y no hay por qué estar de acuerdo en todo. Encuentra los problemas que son más importantes para ti y trabaja para resolverlos.
- Trabaja en el modelo de comunicación de roles. Si tus hijos ven que te comunicas y resuelves problemas junto a tu pareja, crecerán muy probablemente haciendo lo mismo. Los niños a menudo repiten patrones de sus propios padres, así que mira tu relación y evalúa cómo te comunicas. ¿Es esta la forma en que te gustaría que tus hijos se comunicasen con sus futuras parejas?
- La paternidad y las relaciones son un proceso de crecimiento. Cuanto más te comuniques, mejor padre/madre serás. Aprender unos de otros y escuchar es la clave para conseguirlo. Desarrolla tus fortalezas de crianza y aborda tus debilidades poco a poco. No se conseguirá todo de la noche a la mañana, pero si continúas discutiendo las cosas con tu pareja con calma y de manera positiva, seguro que conseguiréis ser los mejores padres para vuestros hijos.