Para que tu pequeño esté sano y vital, es imprescindible que su alimentación sea también equilibrada y completa, y en este post te traemos algunos consejos que debes considerar para lograrlo.
Lactancia materna: de buena a excelente
El objetivo de una madre no debe ser producir más leche, sino que ésta sea de mejor calidad, y esto es algo que suele ir determinado por la alimentación. Agrega a tu dieta (si es posible en todas las comidas del día), muchos productos vegetales, como hortalizas, frutos secos y granos. Aunque debas aumentar el consumo de calorías, eso no quiere decir que debas acogerte a alimentos grasos y dañinos, porque si no son beneficiosos para los adultos menos aún lo serán para un bebé. Los productos animales bien preparados o los frutos secos, te ayudarán a obtener muchos nutrientes saludables.
Recuerda que, si la dieta es buena, la leche también lo será, no siendo necesaria, en estos casos, la utilización de leches preparadas y alternativas.
Verifica las reacciones de tu bebé a ciertos alimentos
Cuando ya esté listo para ingerir otros sólidos y líquidos, además de la leche materna, hay que estar muy pendientes de cómo reacciona su organismo ante los mismos. Si tiene algunos síntomas, aunque sean leves (como diarrea o tos), es preciso determinar qué alimentos pudieron haberlos causado, disminuyendo su cantidad en la próxima comida o eliminándolos.
Recuerda que esto debe ser progresivo hasta que su cuerpo se acostumbre y que también es aplicable al período de lactancia, en cuanto a lo que la madre consuma.
Alimentos que no deben comer los bebés
Las indicaciones sobre qué puedes darle a tu bebé y en qué momentos, te las indicará tu pediatra, pero los siguientes alimentos debes evitarlos en su dieta si no tiene más de 1 año de edad:
- Sal y productos que contienen azúcar.
- Miel.
- Leche de vaca, cabra y soja.
- Mariscos.
- Clara de huevo.
- Granos.
- Frutas con mucho color (fresas, moras, etc.), cítricas y frutos secos.
- Alimentos pequeños.
- Embutidos
- Pan y galletas saladas.
- Comidas procesadas.
Cuando el bebé no quiere comer
Es un error no obligar al niño a consumir los alimentos adecuados, porque se acostumbrará a hacer lo que quiere. Puedes hacer que coma distrayéndolo con títeres y juegos, cambiando los utensilios, dándole su propia cuchara, disfrazando comidas que no le agradan con otras, o haciendo que coman un poco de lo que no aceptan todos los días.
Es importante tener asesorías especializadas con respecto a la alimentación, pues los “consejos de la abuela” pueden resultar dañinos. Ten mucha paciencia y elabora una buena dieta para él y para ti, de modo que tu bebé consiga todos los nutrientes que necesita.