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Qué es el Happy Slapping y cómo afecta a los niños

El “Happy Slapping” es una técnica nueva que se centra en un acoso escolar que genera daños psicológicos en la víctima durante más tiempo que otras formas de acoso. El acoso escolar no es un hecho nuevo, pero lo que sí cambia con el tiempo es la dinámica con la que se lleva a cabo. Como padres y maestros debemos mantenernos informados para ayudar a prevenir y que este tipo de situaciones no sucedan, y si lo hacen, ayudar a canalizar la situación de tal forma que se cree el menor daño posible en los niños o adolescentes que las sufran.

Por eso mismo, en este artículo, queremos hablaros sobre el conocido como “Happy Slapping” y sobre algunas recomendaciones para ayudar a los niños a enfrentarse a esta situación.

 

Qué es el Happy Slapping

En el mundo de la educación, o más bien en el ambiente de los centros escolares, hace tiempo que resuena el término de Happy Slapping, que es un tipo de acoso que utiliza la tecnología para llevarse a cabo a través de lo que se conoce como “vídeos virales” o contenido viral en internet. El agresor actúa de forma premeditada para humillar a su víctima y se vale de la tecnología para que quede alguna prueba con la que provocar esa humillación, buscando de alguna forma busca también la fama obteniendo Likes o muchas visualizaciones a dicho contenido delictivo. Este tipo de agresión puede ser variado, verbal o físico, pero siempre se ampara en ese auge de las nuevas tecnologías y del uso que cada vez más los jóvenes hacen de ellas.

 

 

Este tipo de acoso tiene un gran impacto en los niños que lo sufren, ya que la agresión dura más en el tiempo que otros tipos de acoso, pues los videos se suben a las redes sociales haciéndose públicos. Es por eso por lo que el acto de humillación no se detiene cuando la agresión termina, sino que suele continuar durante días, meses o incluso años.

 

 

Conocer el Happy Slapping para ayudar y prevenir

 

 

 

Que la escuela sea plenamente consciente de que estos problemas existen y que afectan a los alumnos, aunque tengan lugar fuera del aula, es absolutamente vital para atajar el acoso y las violencias entre niños y adolescentes y acabar con este tipo de situaciones cada vez más cotidianas, lamentablemente, para nuestra sociedad. Del mismo modo, se vuelve necesaria cada vez más una reflexión y un debate exhaustivo sobre la conveniencia o no del uso de las nuevas tecnologías en los menores de edad; un debate que también repercute sin duda, y de forma importantísima, en los centros escolares.