El origen del Día Universal del Niño (20 de Noviembre)

dia universal del niñoEn cualquier tipo de conflicto todos sufrimos, pero los niños son las víctimas sin voz. Esa fragilidad se tuvo en cuenta a la hora de establecer una fecha que recordara al mundo que un niño necesita ser protegido y que tiene derechos con los que no se puede jugar. En este mundo, a veces tan cruel, toda medida es poca al hablar de infancia. Así que conviene recordar cómo se instauró el Día Universal del Niño y en qué circunstancias.

Cuando acabó la Primera Guerra Mundial, Eglantyne Jebb, activista y fundadora de la organización Save the Children, con la ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja, impulsó la adopción de la primera Declaración de los Derechos de los Niños. Había una necesidad y una preocupación general de proteger a la infancia tras el conflicto bélico y sus consecuencias, y era el momento indicado para promover esta valiosa iniciativa. El 24 de septiembre de 1924, la Liga de las Naciones aprobó la propuesta de lo que se conocería como la Declaración de Ginebra sobre los Derechos de los Niños. Un año después, en la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños, se instituyó por vez primera el Día Internacional del Niño oficializándose el 1 de Junio.

Ya en 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas recomendó que este día se celebrara en todos los países para hacer extensible la preocupación por la calidad de vida de los menores y que cada uno eligiera la fecha que creyera conveniente. La ONU lo celebra el 20 de Noviembre, en recuerdo al día en que se materializó esta idea en 1925 y acabó aprobada tal y como la conocemos hoy en 1989 como la Convención de los Derechos del Niño, obligando a los países firmantes a comprometerse de forma absoluta con estos derechos.

UN DÍA PARA RECORDAR SUS DERECHOS

Con el paso del tiempo cada país ha adoptado una fecha distinta por motivos relacionados con los calendarios propios de cada uno. Es un día en el que se recuerda que un niño es un ser vulnerable que tiene derecho a protección frente a abusos y desgracias, así como a estudiar, a tener una atención médica, y también a divertirse y a crecer en un entorno sano que le ofrezca oportunidades, sea cual sea el lugar en donde haya nacido. Esto sabemos que no es así en buena parte del mundo, por eso cualquier recordatorio a la humanidad es imprescindible y bienvenido. Así creamos conciencia de esta carencia para colaborar como uno pueda en el bienestar de los pequeños que tenemos cerca y no tan cerca.

Este día se suele celebrar con desfiles, recolecciones benéficas de juguetes y enseres destinados a niños en situación de riesgo, espacios de juego creados en concreto para que los niños disfruten en compañía de sus familias y demás ideas dedicadas a promover la diversión de los más pequeños. Lo ideal sería que tuviéramos presente todo el año que los menores necesitan de nosotros, los adultos, protección frente a la vida. En esta sociedad cada vez más deshumanizada ellos son los más perjudicados. No hace falta la devastación de una gran guerra para que sufran. Aportemos nuestro granito de arena colaborando en alguna casa de acogida cercana, por ejemplo y, sobre todo, educando a nuestros hijos en la solidaridad y en el respeto por sus iguales en cualquier ámbito, haciendo así posible una transformación de la sociedad sin necesidad de movernos de nuestra casa.

Recuerda: actúa localmente, piensa globalmente.

Autor: Carolina Cuello

Escribo desde siempre, por trabajo y por placer. Creo que la palabra escrita puede cambiar el interior de las personas y es en lo que pienso cuando redacto un nuevo artículo. Más información

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