Consejos para tener un buen manejo del aula

Existen muchas prácticas diferentes que se pueden utilizar para una buena gestión del aula. Al igual que con otro tipo de prácticas, lo importante es conseguir adaptar todo a lo que le guste al conjunto de la clase, teniendo en cuenta la edad, el origen étnico, la personalidad de la clase como grupo y la del propio profesor.

Mantener el buen orden en las aulas es una de las tareas más difíciles a las que se enfrentan los maestros, sobre todo cuando aún no se dispone de experiencia. Pero lo cierto es que si ya de por sí es difícil, la tarea se ha vuelto todavía más compleja en las últimas décadas, sobre todo a medida que las actitudes de los jóvenes hacia las personas con determinada autoridad se han ido relajando. La falta de respeto por la autoridad ha hecho que la gestión de las clases y la vida en las escuelas sea, en general, más difícil y más exigente que antaño para los encargados de mantener un ambiente de aprendizaje positivo, que no son otros que los maestros y las maestras.

Sin embargo, muchas conductas disruptivas en el aula pueden evitarse antes de que se conviertan en graves problemas de disciplina. Este tipo de comportamientos, cada vez más cotidianos por desgracia, pueden solventarse empleando prácticas organizativas efectivas, parte fundamental del proceso de enseñanza y esencial para establecer y mantener el control en el aula.

 

Prácticas organizacionales para establecer un control efectivo del aula

 

  • Empezar bien

El primer encuentro entre el profesor y los estudiantes es el más importante, pues es cuando se formulan las impresiones del profesor y de los alumnos. Los estudiantes se sientan en silencio, levantan sus manos para responder y generalmente se portan bien. Es fácil engañar al maestro para que piense que está es una clase ideal y pueda relajar así su capacidad de control, pero es probable que los alumnos también comiencen a relajarse en pocas semanas y que comiencen a tener actitudes poco adecuadas o de rebeldía para sentir que se salen con la suya. Por eso es durante este período cuando el maestro efectivo debe establecer las reglas básicas deseadas para el comportamiento en el aula.

 

  • Aprender las políticas escolares

Antes de reunirse con la clase por primera vez, el maestro debe familiarizarse con las políticas de la escuela con respecto al comportamiento aceptable de los estudiantes y los procedimientos disciplinarios. El maestro debe saber lo que la escuela espera, tanto del estudiante como del maestro con respecto a la disciplina.

 

  • Establecer reglas y normas

Establece un conjunto de reglas de clase para guiar el comportamiento de los alumnos a la vez. Discute el fundamento de estas reglas con los estudiantes para asegurarte de que entienden y ven la necesidad de cada regla. Haz una la lista de reglas corta y ten presente la urgencia de las mismas, como prestar atención, respetar a los demás, no hacer un ruido excesivo, cuidar los materiales o completar las tareas asignadas.

 

  • Practicar mucho las primeras lecciones

No se trata de que no haya que preparar o planificar las lecciones o estrategias del resto del año, sino de que tener un buen comienzo siempre es signo de un buen camino por la aventura escolar. Además, puede ser importante para el profesor impresionar a los alumnos desde el principio, lo que se puede conseguir estando organizado y seguro de las capacidades propias.

 

aprendizaje aula

 

 

  • Aprender nombres

Diseña una estructura de asientos y de colocación con la cual se puedan aprender bien y rápido los nombres. Llamar a un estudiante por su nombre a principios de año le da al estudiante una mayor sensación de bienestar y también le da al maestro un mayor control de las situaciones.

 

  • Ser firme y consistente

Un maestro puede ser firme y aun así ser solidario y amigable con los estudiantes. Un maestro firme puede proporcionar un entorno donde los estudiantes se sientan seguros y protegidos. Muchos maestros están de acuerdo en que es más fácil comenzar el año de una manera firme y decidida y relajarse más tarde, que comenzar de una manera relajada y luego tratar de volverse firme cuando ya la situación se haya podido desmandar.

Autor: Almudena Orellana

Cofundadora del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, escritora creativa y redactora jefe. Leer más

Comparte este artículo en

Envía un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *