Características de los cuentos infantiles y sus elementos

Para distinguir los cuentos infantiles de los cuentos literarios hechos para adultos, basta con reconocer que mientras el cuento literario se limita a captar los personajes en un momento determinado de su acción, el cuento para niños ofrece la curva cerrada de una vida, de una aventura o de una acción. En el cuento infantil esa acción, vida o aventura, aparece desglosada en acciones, conductas o personajes que se repiten normalmente tres veces, pese a la limitada extensión del cuento infantil.

Además de esta diferencia, en cuanto a estructura, hay otras diferencias claras, como por ejemplo que los temas del cuento infantil son diferentes a los temas de los cuentos literarios para adultos, aunque lo cierto es que no tiene por qué haber demasiados temas tabús en los cuentos infantiles.

El número tres es un número simbólico en el cuento infantil. Esta triple repetición favorece la retención y comprensión del argumento, así como otros efectos, como el de potenciar la observación y fomentar el espíritu crítico del niño al ofrecerle conductas similares con ligeras diferencias. Otra de las posibilidades de la triple repetición es la presentación de distintos modelos de conducta, con los cuales puede sucesivamente identificarse el niño en la búsqueda del final feliz y del triunfo, que normalmente corresponde al tercer personaje o la tercera conducta.

 

DIFERENCIAS ENTRE FÁBULA Y CUENTO

Existen diferencias entre la fábula y el cuento, siendo la más importante la finalidad que tiene cada uno de ellos y cómo afecta al pensamiento del niño. Mientras que el cuento hace que el propio niño se pueda sentir identificado con el protagonista de la historia, la fábula no tiene ese sentido, tan solo puede intentar entender el castigo o el problema al que puede llevarle realizar ciertas acciones que se resumen en la llamada moraleja. Además no permite que el niño pueda imaginar otros escenarios posibles para la historia, teniendo un significado muy concreto.

Otra característica del cuento infantil es el final feliz, que está tan arraigado que así como hay fórmulas genéricas para introducir los cuentos (erase una vez…), hay fórmulas genéricas para terminarlos (… y fueron felices y comieron perdices), con la peculiaridad de que estas terminaciones siempre implican el final feliz.

Algunos autores contemporáneos se han permitido ignorar la existencia o la importancia del final feliz y se han encontrado con el rechazo de muchos niños y adultos; sin embargo, otros autores opinan que el final feliz contribuye a crear en el niño una visión excesivamente idealizada de la realidad. Y tú, ¿qué opinas?

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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