Ser profesor es entrar en la vida de muchos niños, y a lo mejor quedarte para siempre en su memoria. Es tener la oportunidad de mover algo en su alma que les inspire haciéndoles ver el mundo de otra forma.
Sorpréndeles y te mantendrás vivo
No dejes que la rutina se apodere de ti y de tus clases, o los niños terminarán por no verte ni oírte. Improvisa y cambia de vez en cuando la forma que tienes de dirigirte a ellos. No pasa nada por dedicar un día a compartir experiencias y a charlar de algo relacionado con el temario o no. Puede parecer que perdemos tiempo pero seguro ganamos confianza y atención.
Comparte lecturas
Leer con ellos algún libro, recomendarles lecturas pero, sobre todo, escucharles cuando hablen de sus gustos en cine, música y libros, nos ayudará a acercarnos más a ellos. Seguramente nos sorprenderá el conocer sus aficiones y anhelos, y será algo muy positivo para el conjunto de la clase. Así será más fácil estar en la misma sintonía y entenderles mejor, y de paso, nos escucharán a la hora de sugerirles canciones, textos o autores que no conocen.
Motívales a preguntar
La curiosidad mueve el mundo. Anima a tus alumnos a que se expresen, a que pregunten, a que debatan y le den la vuelta a las opiniones. A proponer ideas y ser parte viva del entorno. Que sepan que su opinión es valorada y es importante para todos. Eso les hará crecer sin miedo y con confianza en sí mismos.
Enséñales a usar sus propias herramientas
No lleves a tus alumnos de la mano hacia la solución, acompáñales en el camino de su búsqueda. Deja a mano las herramientas necesarias y muéstrales cómo usarlas. Así se harán autosuficientes y más seguros.
Acostúmbrales a pensar
Lo que ocurre a su alrededor, en su ciudad o en el mundo, a través de las noticias, es la excusa para fomentar el espíritu crítico. ¿Por qué pasan las cosas? ¿Estoy a favor o en contra? ¿Qué opiniones conozco? ¿Qué versiones me llegan? Se pueden organizar debates en clase que enfrenten posturas para descubrir distintos puntos de vista. Eso sí, siempre desde el respeto y la convivencia.
Acerca la teoría a la realidad
Lo que aprenden se puede olvidar, pero si conseguimos que vean que es útil de alguna forma en su vida, ten por seguro que lo conservarán para siempre. Mediante salidas, excursiones, charlas, ejemplos, experimentos… podemos demostrar que nada se aprende en vano.
Contágiales tu actitud positiva
Eres un ejemplo para ellos, no lo dudes. Así que si no te rindes y, ante las dificultades buscas la solución dándole la vuelta al momento, aprenderán a hacerlo ellos también. Ver que una risa puede acabar con la tensión y que no siempre se tiene que ir por el camino recto, sino que a veces hay que dar un rodeo y no desesperarse, son lecciones invaluables que relajarán la relación alumno-profesor haciéndola fuerte y duradera.
1 septiembre, 2018
Felicidades y gracias por compartir tanto conocimiento a quienes vamos iniciando en esta área!!! Mi objetivo es, trabajar como docente bilingüe en lengua indígena y considero que todo lo que nos comparte es de gran ayuda.