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Qué es la pintura de dedos y sus beneficios en niños

La pintura de dedos es una forma divertida de iniciar a los bebés y a los niños más pequeños en el arte y en la expresión artística. Para poder realizar esta actividad tan solo se necesitan pinturas (especial para manos no tóxicas), folios y cartulinas. Debemos tener en cuenta que es una actividad aconsejable para niños mayores de 6 meses (nunca antes), ya que esa es justo la edad en la que los niños están ya preparados para desarrollar mejor el tacto y la sensibilidad artística, lo que les permite comenzar a crear con una total libre expresión.

 

 

Es aconsejable que a la hora de practicar la pintura de dedos, los niños siempre estén acompañados por un adulto para evitar, principalmente, que se lleven la pintura a la boca (aunque no sea tóxica) porque, aunque se deben buscar siempre para los niños pinturas naturales y no tóxicas con el fin de que no les hagan daño en caso de descuido, es necesaria la supervisión al tratarse de niños muy pequeñitos.

 

Beneficios de pintar con los dedos

 

Este es, probablemente, el mejor beneficio de pintar con los dedos, y es que los niños disfrutan mucho haciéndolo. Además, la diversión, la risa y el placer estimulan su desarrollo psíquico de una forma sana. Sin embargo, es posible que algunos niños desde temprana edad sientan rechazo a ensuciarse, y esto debemos tenerlo muy en cuenta también, ya que en estos casos es probable que el niño o niña en cuestión no disfrute la actividad, caso en el que sería mejor dejar de pintar y nunca obligar al niño a hacer algo que no desee. ¡Recuerda que se trata de que sea algo bonito y divertido!

 

La variedad de colores que van apareciendo con el movimiento de dedos, manos e incluso pies, va sorprendiendo a los niños a cada instante. Esto hace que se despierte su imaginación y su creatividad, a la vez que permite que comiencen a tener una mejor relación con el aprendizaje de los colores.

 

Mientras los niños pintan con dedos, manos y pies, se estimula su motricidad fina. Esto ayuda a que tengan un mayor control de sus manos y dedos en cada manualidad o actividad que hagan, o cada color que elijan. Y es que pintar con los dedos es tan estimulante para su desarrollo motor como puede serlo el recortar o el escribir.

 

 

El estar en contacto con la pintura directamente hace que los más pequeños también vayan aprendiendo nuevos conocimientos sobre texturas lisas y húmedas. Esto puede estimularse aún más si se les facilita papel corrugado y de otras texturas para que puedan experimentar con más cosas.

 

Pintar con los dedos ofrece la oportunidad, a los más pequeños, de poder ser creadores independientes, puesto que no precisan de un pincel u otro tipo de herramienta ni técnica que aún no saben utilizar. Este reconocimiento a su autonomía para crear les permite adquirir también confianza en lo que hacen, así como aumentar el contacto y el tiempo que pasan junto a sus padres o a sus maestros y compañeros. Si además se les felicita después por su trabajo mejor que mejor, puesto que esto también ayudará a fomentar y a estimular su autoestima.

Son muchos los beneficios que tiene el pintar con los dedos, pero es más grande todavía esa sensación que tienen los peques al pensar que están haciendo y creando algo grande, y además solitos. Eso sí, no olvides ese día vestirles con ropa cómoda y vieja que pueda dañarse y ensuciarse sin problemas, así como buscar un espacio amplio para que puedan trabajar sin problemas, como una mesa o en el propio suelo cubierto con cartones o plásticos. Y es que es muy importante que a la hora de realizar esta actividad uno pueda ensuciarse sin gritos ni lamentaciones, pues de ello dependerá, en buena medida, que puedan ser totalmente libres y felices.