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Conoce la técnica del Palacio de la Memoria para aprender

La técnica del Palacio de la Memoria, también conocida como el “Método de Loci” (que significa método de los lugares en latín), es un procedimiento mnemotécnico que aprovecha la forma natural de actuación del cerebro para entrenar la memoria humana. No es una técnica nueva, pues su origen se atribuye nada más y nada menos que a Simónides de Ceos en el año 556 a.C. Sin embargo, es cierto que se ha popularizado hoy en día gracias a los avances de la ciencia humana y a algunos programas de televisión o series y películas, como “El silencio de los corderos”. También, en la serie de “El Mentalista”, protagonizada por Simon Baker en el papel de Patrick Jane, podemos ver a este personaje utilizando esta habilidad constantemente en la serie para recordar y recrear escenas criminalísticas a través de imágenes mentales.

Pero entonces, ¿cómo podría servirnos este método para trabajar en la educación de los niños? Pues veamos más detenidamente de qué trata esta técnica y algunos consejos para ponerla en práctica en el aprendizaje de los más pequeños.

 

 

 

En qué consiste la técnica del Palacio de la Memoria

La llamada técnica del Palacio de la Memoria, es una técnica de memorización que consiste en relacionar información nueva que se quiere memorizar con objetos o códigos ya memorizados o aprendidos y que están grabados en la memoria. La asociación y la visualización son dos habilidades que se deben poner en práctica.

La técnica propone que una persona construya un palacio mental en su memoria, con habitaciones y objetos que pueda recordar fácilmente, por eso una buena idea es utilizar la propia casa para construir el palacio. La forma de relacionar una cosa con otra es libre, una forma que gusta mucho a los niños es contar una historia con los objetos que tiene que aprenderse y que necesita memorizar, para agilizar y amenizar así la tarea.

Por ejemplo, si los niños se están aprendiendo las capitales de ciertos países, una buena idea es asociar cada capital con un objeto y colocar ese objeto en un lugar de la casa que permita memorizarse. Por ejemplo, París podría relacionarse con la torre Eiffel y colocarse en la mesa principal de la casa, Roma podría relacionarse con la pizza y colocarse en la cocina…todo en un orden determinado. Posteriormente, con un recorrido físico de la casa (se va “recorriendo el palacio”), serán fáciles de visualizar y recordar todas las relaciones y todos los nombres aprendidos. Si luego el niño no está en casa y necesita la información, será necesario que haga un recorrido visual (ejercitando también su memoria espacial) para que recuerde todo lo almacenado en su cabeza y su memoria.

 

Consejos para ejercitar el Palacio de la Memoria

 

 

 

En cualquier caso, debemos tener presente que el Palacio de la Memoria es solo un recurso más para el aprendizaje, y no el único ni el mejor. Simplemente, se trata de aplicar esta y otras actividades para que aprender pueda hacerse de forma dinámica y variada, con nuevos retos y métodos interesantes. Se trata de una técnica, además, que no solo es útil para el aprendizaje de los más pequeños, sino para todas las personas en general, ya que puede servirnos incluso para retener en nuestra cabeza cosas tan sencillas como la lista de la compra y ayudarme a recordar cada día cosas útiles y verdaderamente prácticas.

Ejercitar la memoria no tiene por qué ser algo aburrido, y siempre tendrá beneficios a corto y largo plazo para nuestras vidas. Por eso mismo las imágenes mnemotécnicas que creemos cuando trabajemos con niños el Palacio de la Memoria deben ser divertidas e interesantes para que se “peguen” en tu cerebro. ¡Ponlo en práctica!