Cómo afrontar el primer día de colegio

Dentro de dos semanas Sandra empezará Primero de Primaria. Revisa una y otra vez los nuevos estuches para ver si ha incluido todo lo que necesita, hace miles de preguntas a sus padres sobre qué le enseñarán y… ¡también tiene pesadillas! Las que más le angustian son dos: una en la que se le olvida ponerse los zapatos el primer día de clase y la otra en la que, al llegar al colegio, no reconoce a ningún niño. Sandra tiene un elevado sentido de la perfección y de la responsabilidad, es tímida y su mayor temor es equivocarse, que las cosas no le salgan como espera… Sus padres, si bien confían en que su hija sabrá enfrentarse a los nuevos desafíos intelectuales, no están tan seguros de que no se sienta insegura frente a sus compañeros o que sea capaz de lograr una buena sintonía basada en la confianza mutua con los profesores.

 

El papel de los padres

Es común que, como padres, percibamos también cierta inquietud al inicio de las clases. Que nos preguntemos si nuestro hijo será bien recibido por los compañeros, si nos echará de menos, o que dudemos de si será capaz de adaptarse al nuevo ritmo. Estas dudas, sin embargo, suelen apaciguarse cuando transmitimos tranquilidad a nuestros hijos, cuando les demostramos que confiamos en ellos, que serán capaces de poner en marcha sus habilidades. Al menos, esto es lo que aprendieron los padres de Carlos (de 6 años) y Marina (de 10 años). A ellos les preocupaba, entre otras cuestiones, que sus hijos no pudieran llevar un ritmo exigente como demandaba el colegio, así que pensaron que, si los preparaban a conciencia para afrontar positivamente la adaptación de los primeros días, todo iría rodado.

La estrategia que les dio mejor resultado fue explicarles que estaban creciendo y que, al igual que todos los niños de su edad, aprenderían cosas interesantes y divertidas, y que una buen forma de aprovecharlas era imaginando que cada nuevo aprendizaje era una aventura donde de lo que se trataba era de encontrar la puerta mágica de la salida. Para su sorpresa, los padres de Carlos y Marina se dieron cuenta de que, a medida que mantenían con sus hijos un diálogo más creativo, con una actitud positiva y alegre, también se sentían ellos más confiados y seguros de que sus hijos serían capaces de afrontar los nuevos desafíos poniendo en marcha todas sus habilidades y talentos.

 

Manejar la ansiedad

Una buena comunicación es la mejor guía para ayudar a un hijo a superar la ansiedad que le provoca iniciar un cambio en su vida. Por lo tanto, no está de más llevar a cabo algunas estrategias unos días antes del inicio de las clases, como darles un mayor protagonismo a la hora de elegir aquellas cosas que necesitarán durante todo el curso, como lápices, sacapuntas, gomas de colores divertidas… O bien comprar juntos la mochila, o las zapatillas de deporte. De todos modos, no tenemos que olvidarnos de reciclar los útiles que sobraron del año anterior. No es necesario gastar en cosas nuevas cuando algunas de ellas todavía son utilizables.

Para ayudar al niño a comprobar lo que puede valer del pasado curso, puedes preparar cajas de colores para poner a mano aquellas cosas que aún sirven, aunque no se lleven al colegio. De lo que se trata es de transformar el primer día de clases en un evento divertido y no en el que se haya cargado demasiada presión sobre un pequeño.

En algunos casos, puede ser interesante pasar por el colegio unos días antes para ver cómo está, si su entorno ha sufrido alguna modificación, si lo han pintado de otro color…

Si tu hijo tiene menos de seis años, lo aconsejable es evitar preguntarle constantemente si está contento de ir a las clases, si le gusta colegio, si ya conoce a su profesor, o hacer otras preguntas insistentes que suelen descolocarlos y confundirlos. También es importante que amigos y familiares no insistan demasiado en el tema del inicio de las clases y los presionen con regalos caros.

 

De la noche anterior al gran día

Carlos tiene 9 años. Su madre ha pegado un horario de actividades en la pizarra de su habitación. Carlos desea que no llegue el día de empezar el colegio y todo lo que le espera al salir de él: dos días tenis, uno religión, dos piano, y después de piano, inglés…

A veces, conviene esperar un par de semanas para incluir en el plan habitual las actividades extraescolares. Incluso, es prudente la noche anterior preparar la ropa del niño una vez que se haya acostado, para evitar situaciones estresantes. Por otra parte, como tu hijo seguramente se levantará a una hora distinta de lo habitual, es necesario que se duerma temprano para descansar lo suficiente. No es necesario insistir una y otra vez en que al día siguiente irá por primera vez al colegio, sólo basta con que lo tenga presente.

Por la mañana, sin duda será una jornada llena de emociones, en la que todo se percibirá distinto: la ropa que viste (sobre todo si lleva uniforme), las caras que ve, las actividades que realice…

Durante la primera jornada, y quizá durante toda la primera semana, debe ser uno de los padres (lo ideal es que vayan ambos) quien acompañe al niño al colegio y lo recoja cuando finalicen las clases, puesto que, así, le otorgan seguridad, independientemente de la edad que tenga. Y es que no porque sea mayor es garantía de que sentirá menos ansiedad.

Cuando llegues con él al colegio, no te olvides de despedirte con un rostro sonriente y la promesa de que lo estarás esperando al terminar las clases. El final de la jornada casi siempre es impredecible, ya que, mientras unos chicos se muestran entusiastas y osados, otros tienen una expresión a medio camino entre el cansancio y la desconfianza. Aún así, lo que los padres no deberíamos olvidar es que siempre se trata de una experiencia enriquecedora y que de la vuelta del primer día no depende la experiencia que será el resultado del final del curso. La primera experiencia depende de diversos factores, como la personalidad del niño y los profesores, pero principalmente, está sujeta a la actitud que tomemos los padres cuando escuchemos lo que ellos, a partir de ahora, tendrán cada día para contar.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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