Es sorprendente, a nivel estadístico, la gran cantidad de niños diagnosticados con trastornos de desarrollo y aprendizaje que existen, lo que provoca, de manera considerable, una gran desmotivación y una baja autoestima en los peques que sufren este tipo de problemas. La disortografía, por ejemplo, entra dentro de este tipo de problemas, aunque específicamente se trata un trastorno del lenguaje, concretamente de escritura.
Pero, aun cuando esta clase de trastornos son bastante frecuentes, la realidad es que muy pocas personas saben que existen, por ello, en este post, queremos explicar qué es la disortografía y cómo manejarla para ayudar a quien la sufra.
Qué es la disortografía
Cuando hablamos de disortografía nos estamos refiriendo a un tipo de trastorno de lenguaje en el que un niño o adulto tiene una escasa o inexistente capacidad del manejo de las reglas ortográficas o una dificultad para adquirirlas, es decir, que al tener el individuo ese problema para asimilar las normas ortográficas, tiende a tener errores en la escritura y la ortografía.
Asimismo, en algunas ocasiones la disortografía puede estar ligada a otros problemas como la disgrafía o la dislexia, otros de los trastornos de aprendizaje más numerosos. No obstante, es importante señalar que la disortografía no necesariamente afectará a la lectura ni a la propia comprensión lectora que tenga el individuo.
Ahora bien, esta dificultad sí que origina que la escritura de un niño o niña sea poco legible, afectando de manera importante a sus textos escritos, pues se les hace difícil relacionar la escritura con las normas de ortografía.
Síntomas y signos de la disortografía
Estar al tanto del desarrollo de nuestros niños es sumamente importante, pues está comprobado que una buena atención puede ayudarnos a detectar en tiempo oportuno algunos problemas que pueden afectar significativamente a nuestros pequeños, como pueda ser el de la disortografía. Por ello, al tratarse de un trastorno poco conocido, se hace necesario saber los síntomas y signos que debemos detectar en los más pequeños para reconocer la disortografía y evitar complicaciones futuras.
En este sentido, es fundamental estar pendiente del rendimiento académico, el cual es el factor clave para notar los síntomas, pues se evidencia con mayor claridad en las tareas escolares y especialmente en la producción de aquellos textos largos de gran complejidad. Pero conozcamos a continuación algunos otros síntomas que muestran los niños que padecen disortografía:
- Dificultad para reconocer palabras escritas y escribirlas completas y correctamente.
- Cambiar palabras al escribir y/o hacer sustitución de fonemas con cierta similitud.
- Problemas con las reglas de ortografía, con el uso adecuado de los signos de puntuación, errores con la posición de las tildes u omisión de las mismas.
- Restar u omitir letras en las palabras o adicionar letras y sílabas.
- Problemas para separar en sílabas y/o confusión en el uso de los artículos.
Causas de la disortografía
En cuanto a las causas, a grandes rasgos, podemos dividirlas en tres principales categorías que son:
- Causas pedagógicas
En algunas ocasiones los métodos tradicionales de enseñanza no suelen ser los más idóneos para algunos alumnos, resultando ser un impedimento al final para un correcto aprendizaje. Este tipo de causas se dan sobre la base de la función cognitiva del niño.
- Causas lingüísticas
En esta categoría es donde pueden surgir problemas para comprender el lenguaje y el conocimiento del vocabulario, tales como las dificultades articulatorias, que obstaculizan la adecuada percepción del sonido.
- Causas perceptivas
Son aquellas que se relacionan con el procesamiento visual y auditivo, ya que es clave tanto la memoria visual como auditiva en el proceso de aprendizaje, es decir, la orientación espacial y temporal, de modo que las dificultades en este campo son causantes de la disortografía.
Cómo manejar la disortografía
La disortografía puede ser tratada a través del trabajo en equipo de padres y educadores. Es fundamental que tanto la figura que representan los padres, como los maestros y personas especializadas en pedagogía, colaboren activamente para diagnosticar el trastorno y enfrentarlo con el tratamiento correcto. Por tanto, lo primordial es establecer la causa, de manera que el especialista que trate al niño o niña en cuestión pueda ofrecer el tratamiento efectivo para su caso.
Veamos ahora, en líneas generales, algunas de las estrategias que se deberán poner en prácticas para manejar la disortografía:
- El entrenamiento constante de la lectura es un factor muy positivo, pues tiene como fin ayudar a que el niño domine la técnica, permitiéndole aprender sobre las pausas y entonaciones de cada signo.
- Se deben determinar los errores ortográficos para un enfoque especializado de los mismos.
- Realizar dictados, copias y escritura libre.
- Poner en práctica actividades como la descomposición de palabras por sílabas, ordenar palabras, reforzamiento continúo de normas de ortografía, promover el uso del diccionario, sopas de letras, etc., materiales que encontrarás en nuestra página de juegos y actividades del Bosque. ¡No te lo pierdas!