Jugar con plastilina es uno de los primeros juegos en los que los niños experimentan sensaciones al tacto. Permitir que jueguen con este tipo de material les permitirá tener enormes beneficios como los que te presentamos a continuación.
Beneficios de jugar y aprender con plastilina
- Los niños cuando juegan con plastilina desarrollan la creatividad coordinando el pensamiento con la acción desde el primer momento que deciden crear algo.
- Identifican los colores de una forma más fácil, especialmente cuando les toca decidir sobre los colores de sus composiciones.
- Jugar con plastilina también les permitirá desarrollar aspectos relacionados con la motricidad fina, ejercitando sus manitas y ayudando a agilizar sus movimientos.
- Les permite calcular las proporciones y los tamaños.
- Les ayuda a la concentración y a la relajación en momentos de ansiedad.
- Refuerza la autoestima y aporta seguridad en los niños.
En definitiva, jugar con plastilina tiene un gran cúmulo de beneficios. Por eso, vale la pena incentivar este tipo de actividad artística que, además de didáctica, es súper divertida.
Ideas para hacer manualidades con plastilina
- Utiliza guías
Se considera una guía a la impresión de un dibujo en una hoja en blanco, y esa hoja podemos plastificarla de manera que sirva para reutilizarla. Sobre ella, el niño/a deberá rellenar con plastilina el contorno del dibujo de manera que le sirva de una guía para su creación. Estas guías las puedes imprimir a color de manera que los peques puedan diferenciar los colores y realizar las combinaciones tal como se presenten en el dibujo.
- Dibujos libres
En los momentos de mayor ansiedad, donde a veces un niño no desea seguir instrucciones, no hay nada mejor que canalizar su emoción con la creación de figuras libres. Una idea es que les presentes muñecos dibujados para que les pongan sombreros de plastilina, zapatos, faldas y cualquier otro detalle. También puedes motivarles a aprender sobre las figuras geométricas, al mismo tiempo que les enseñas hacer un perrito, por ejemplo. De esta manera canalizarás su ansiedad hacia un juego que les apasiona totalmente a esa edad.
- Crea combinaciones de colores
Las combinaciones en la plastilina es algo que nunca se podrá limitar, de manera que cada niño siempre tendrá la curiosidad de saber qué pasa cuando se unen dos colores distintos. Este ejercicio permitirá a los niños tener un sentido crítico de las cosas a una temprana edad, favoreciendo la capacidad de resolver conflictos y de encontrar salidas frente a la adversidad. La idea es que los niños aprendan el origen de los colores, así como a identificar los colores primarios, secundarios y complementarios.
Plastilina casera para estar seguros
Y lo mejor de todo es que la plastilina la puedes hacer en casa, especialmente si tienes hijos menores de tres años. Para hacer la plastilina casera necesitarás los siguientes ingredientes: harina de trigo, un poco de agua y colorante comestible. Lo que tienes que hacer es revolver estos ingredientes hasta que estén compactos y darle la bola que se forme a tus hijos o alumnos para que comiencen a jugar y a crear. De esta manera no tendrás que preocuparte si en un descuido se meten la plastilina en la boca, algo que suele ser muy habitual al realizar esta actividad con niños que están experimentándolo todo.
Como podemos ver, a medida que pasa el tiempo jugar con plastilina es una actividad cada vez más segura e igualmente gratificante y productiva. Cuando compres plastilina, si no deseas hacerla de manera casera, verifica que sea libre de compuestos tóxicos para que los niños nunca corran riesgos al utilizarla.