Explicar las partes que conforman el cuerpo humano es una tarea obligatoria tanto para los padres como para los profesores, y tiene el objetivo de impulsar el autoconocimiento, además de la información sobre el cuerpo humano. En especial, a partir de los 3 años de edad, es necesario estimular ese autoconocimiento, un ejercicio que no solo ayudará a los peques a conocer y ubicar las partes del cuerpo, sino que también les permitirá reforzar la autonomía y la seguridad necesaria para seguir aprendiendo.
Aunque al principio pueda ser complicado para los niños tan pequeños el recibir y procesar tanta información, lo cierto es que existen distintas dinámicas y actividades didácticas muy interesantes capaces de captar la atención de los más peques y superar así las expectativas de este aprendizaje tan importante.
Por eso hoy hemos preparado una serie de ideas para que los niños recuerden la explicación del cuerpo humano que reciban en casa y en el aula, y de una forma amena que perdurará en el recuerdo durante el resto de sus vidas.
¡Comencemos!
Tips para explicar el cuerpo humano a los más pequeños
A la hora de comenzar la dinámica es necesario que dividas el cuerpo en dos partes: cabeza y tronco. En cada una de estas partes podrás seguir una serie de actividades, como las que aquí te proponemos:
- La cabeza, ¿dónde está?
La dinámica de hacer la pregunta al niño: “¿Dónde está… cualquier parte de la cabeza?”, es un juego efectuado comúnmente en casa entre padres e hijos cuando son muy pequeñitos y no saben aún ni siquiera hablar. Esta actividad permite aprender la ubicación de todos los elementos que componen la cabeza y, además, es una buena forma de facilitar la atención y el contacto visual con los niños. El juego consiste en ir señalando cada parte de la cabeza indicando siempre el nombre de lo que se señale.
Por ejemplo: la persona adulta, padre, madre o maestro/a, le hace la pregunta al niño: – ¿Dónde están los ojos? -. Y con delicadeza, a continuación, se toca los ojos. Tras esto, por imitación, el niño/a debería comenzar a hacer lo mismo asociando de inmediato el nombre con su ubicación. De esta misma manera, se enseñará dónde están las orejas, la nariz, la boca, el pelo, los dientes, las cejas, la lengua…y así hasta alcanzar la fijación y soltura de su ubicación, mientras se aprende también poco a poco la pronunciación.
- El tronco, ¿dónde está?
En el tronco, al igual que en la cabeza, se ubican órganos vitales del organismo como son el corazón y los pulmones. Para identificar plenamente la ubicación del tronco, realiza un dibujo. Primero dibuja un círculo e identifícalo con la cabeza, y tras esto coloca en ella todos los elementos ya estudiados: ojos, nariz, boca, orejas etc. Seguidamente, dibuja el tronco y en él ubica los órganos de mayor importancia, como el corazón, el estómago o los pulmones. Puedes hacerlo también con piezas de madera o geométricas, o con plastilina o pasta de modelar.
En este punto, habla con el niño o los niños acerca de las funciones de cada una de las partes y de lo importantes que son para nuestra vida. Del mismo modo, dibuja también (pegado al tronco) las extremidades superiores o brazos, e inferiores o piernas, y destaca su importancia a la hora de caminar, correr, dibujar y tocar algo, y ameniza estas identificaciones con música para hacerlo aún más divertido. De esta manera los niños aprenderán fácilmente la ubicación de las partes del cuerpo.
A medida que los niños vayan aprendiendo nombres y partes nuevas, se puede ir avanzando en las dinámicas, realizando manualidades con goma eva en las que haya que dibujar y colocar con velcros cada una de las partes del cuerpo, o añadir otros elementos como el aprendizaje de los 5 sentidos, o utilizar canciones populares con las que amenizar cualquier ocasión mientras se aprende.
¡Será una experiencia muy divertida para los peques!
