Los mapas mentales y conceptuales son herramientas ideales para extraer y memorizar información, tomando la palabra clave como idea principal de lo que se quiere desarrollar. Esta técnica representa en los niños una forma creativa, divertida y amena para cartografiar la realidad de un tema.
- Mapas mentales. Los mapas mentales parten de conceptos y de una sucesión de líneas trazadas en sentido horario, muchas veces identificadas con flechas, siendo un recurso efectivo a la hora de valorar el aprendizaje, la atención y, por supuesto, la memorización del contenido.
- Mapas conceptuales. Los mapas conceptuales son representaciones gráficas estructuradas que facilitan la comprensión de un determinado tema. Generalmente, son utilizados para visualizar las relaciones que existen entre las ideas y los conceptos.
Aunque ambos, mapas mentales y mapas conceptuales, se asemejan en las formas de aprendizaje, también poseen diferencias que se perciben en la forma de crearse. Son diferentes en su construcción, estructura, objetivos, composición, recursos utilizados y en el uso de palabras. Por eso, en este sentido, en este artículo hemos querido desarrollar de forma ampliada la forma en que debe usarse cada una de estas herramientas, así como la manera de dominarlos.
¿Cómo usar los mapas mentales y conceptuales?
De acuerdo con las investigaciones hechas en la era de la pedagogía moderna, dentro de las teorías constructivas del aprendizaje se encuentra algo tan importante como “el aprender haciendo”. Esto es una capacidad innata que tenemos todos los seres humanos y que podemos comenzar a utilizar a partir de los seis años de edad. Pudiéramos decir que más que pedagogía, se trata de una estrategia didáctica para potenciar y sintetizar el conocimiento de temas ya vistos en clase. Además, su uso ofrece soltura y espontaneidad a la hora de definir sus propios conceptos.
Para usar los mapas mentales y conceptuales es necesario que el propio niño ponga en práctica su creatividad usando los materiales que tenga a disposición. Estos materiales pueden ser, desde láminas de papel o folios, a cartulinas de colores, recortes de revistas, periódicos u otros dibujos y diseños. Eso sí, es necesario contar con una goma de borrar, tijeras, colores, marcadores, y demás recursos necesarios para su elaboración.
Para que los niños aprendan las diferencias entre ambos tipos de mapas, lo más recomendable es que diseñen ambas estructuras al mismo tiempo sobre un tema determinado, con el objetivo de que vayan aprendiendo también las diferencias de diseño de ambos tipos de mapas. En este proceso se hace necesaria la orientación del docente, especialmente a la hora de organizar las ideas principales y el contenido que llevará el mapa.
Cómo elaborar un mapa conceptual
- Este mapa debe tener un orden de jerarquía desde su comienzo.
- Se toma un título central que contenga la palabra clave del tema.
- De la palabra central se derivan micro-conceptos relacionados con definiciones secundarias, ventajas o beneficios, entre otros.
- El niño debe elegir las características que distinguirán cada jerarquía de conceptos secundarios y organizarlos en nubes, círculos o globos, para que posteriormente sean unidos en líneas, flechas, etc.
- Siempre se debe respetar esa jerarquía para entender el mapa conceptual.
Cómo elaborar un mapa mental
- Se elige un tema central.
- Se desglosa el tema central en subtemas considerados de importancia para entender el tema central.
- Se emplean recursos visuales disponibles como recortes, dibujos, palabras sin ningún tipo de jerarquía…
- En este tipo de mapa no existe la jerarquía, en consecuencia, su construcción es libre.
- El niño construye el mapa desarrollando lo que más le ha llamado la atención sobre el tema.
- El aprendizaje, tanto del creador como del espectador, es diferente, ya que viene dado por la atención que se le dé al tema en el campo visual durante su desarrollo.