Es cierto que a los niños en edad preescolar no se les debe enseñar formalmente a leer, pero sí que existen muchos tipos diferentes de actividades para incentivarles y prepararles para la lectura que podemos ofrecer en casa, además de en clase, y que ayudarán a fomentar una actitud positiva hacia los libros en los más pequeñitos.
Tres pasos para fomentar la lectura sin enseñar a leer
- En primer lugar, y lo más importante, como adultos debemos saber valorar y disfrutar de la lectura para poder fomentarlo en un niño. Deja que los más pequeños te observen y permite que participen en actividades de lectura de diferente tipo (juegos en familia, actividades para colorear, cuentacuentos…). La idea es que comprendan que hay algo muy valioso detrás del acto de leer.
- En segundo lugar debemos dedicar tiempo de lectura a los peques y en diferentes ocasiones. Una de las más recomendadas es la de leerles justo antes de que se vayan a dormir, ya que es un momento en el que interesa especialmente relajarse y despejar la mente. De esta forma se irán familiarizando también con las palabras y es probable que tengan mensos dificultades después para aprender a leer.
- En tercer lugar, prueba a involucrar a tus niños en muchas actividades lingüísticas diferentes, como por ejemplo conversaciones frecuentes y momentos en los que podáis compartir y hacer guerra de chistes, de adivinanzas, de acertijos y canciones…Se trata de mantener momentos divertidos asociados con experiencias y aprendizajes verbales para que asuman que se trata de algo positivo. Estas actividades ayudan a los niños a desarrollar la discriminación auditiva, el vocabulario o la sensibilidad a la sintaxis, así como otras habilidades importantes para el éxito posterior en su camino por la lectura.
Otras ideas para fomentar la lectura en preescolar
- Además de mirar las ilustraciones juntos, o hacer que el niño/a repita refranes o frases populares, puedes obtener también una participación activa y maravillosa al hacer que dibuje personajes o escenas de la historia que leáis, o que pinte escenas en las que los personajes viajen a otros mundos. También podéis hacer este mismo tipo de actividades con historias contadas por los propios peques, ya sean vivencias u otras de las que quieran hablar.
- Ten siempre a mano en casa papeles y pinturas, da igual la estancia de la casa de la que se trate. Esto permitirá que los niños puedan ser espontáneos y dar rienda suelta a su creatividad y a su imaginación cuando lo necesiten, sin que tenga que asociarse con momentos recreativos o concretos del día. Recuerda en este punto no se trata de que dibujen bien o mal o que coloreen sin que se salgan de la rayita, sino de fomentar la participación activa, espontánea, sin trabas y sin censura. Es decir, que la actividad en sí es el propósito y no un juicio o un examen.
- También puedes animar a los niños a que cuenten sus propias historias, relacionadas con personajes de libros o cuentos famosos o con películas de animación, ya que es muy probable que encuentren fácilmente el estímulo y la inspiración a través de sus personajes favoritos. La figura de Peter Rabbit, creada por la escritora Beatrix Potter puede ser un personaje fabuloso para comenzar a fomentar la lectura en niños de preescolar, pudiendo empezar primero por la película y después por los cuentos tradicionales de la autora.
Cómo fomentar la lectura con niños nerviosos
A veces todas las recomendaciones y los consejos que puedan darse sobre cómo fomentar la lectura en los más pequeños caen en saco roto cuando los niños son demasiado activos o nerviosos. Pero tranquilidad, porque existen otras pautas que se pueden intentar aplicar en este tipo de casos.
Los niños muy enérgicos a menudo tienen dificultades para sentarse quietos el tiempo suficiente como para disfrutar de la lectura, porque no pueden serenarse o concentrarse como los demás. En estos casos dichos niños necesitarán que les brindemos una “asistencia” especial a la hora de fomentar la lectura en ellos, y algunas ideas para comenzar son las siguientes:
- Enséñales el alfabeto haciéndoles ejecutar sus letras. Ve a un área pavimentada grande del exterior o busca la zona más amplia de tu casa, como por ejemplo un camino de entrada o un patio de recreo, y escribe las letras del alfabeto con tiza. Luego pide al niño o niña en cuestión que camine, brinque o corra a lo largo de las líneas dibujadas con tiza con un salto por cada letra, por ejemplo, algo similar al juego de la Rayuela.
- Cuando comiences a leer los primeros libros o cuentos a tus peques, deja que hagan otras cosas mientras escuchan (siempre y cuando no sea la lectura de antes de dormir), como por ejemplo que se tumben y revuelquen por el suelo, que pinten, que caminen…ya que esto les permitirá calmar sus nervios mientras escuchan y aprenden. Si aun así no funciona puedes probar a representar las lecturas a través de obras de teatro, ya que la idea de participar activamente en algo es mucho más atractiva para este tipo de niños.
- A la hora de leer haz que todo se acompañe de muchas expresiones gestuales o de distintos tipos de voces, así como movimientos del cuerpo, pues esto hará que la lectura sea mucho menos monótona y, al mismo tiempo, resultará mucho más estimulante. Seguro que los peques rápidamente querrán imitarte y hacer lo mismo, interesándose sin darse cuenta en la lectura y sumergiéndose de lleno en ella.