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Cómo estimular la imaginación de los niños

Gracias a la imaginación, un niño puede crear nuevas combinaciones de recuerdos, imágenes y sentimientos. La base se puede forjar a través de sus propias experiencias personales, como las vivencias, los juegos, sus miedos, lo que hablan con otras personas o los dibujos animados que ven en la televisión. Cuanto más rica sea la experiencia, mayor es la variedad de sensaciones que va a conseguir un niño, y por ende mayor será el futuro de sus posibilidades creativas.

A continuación os damos varias pautas para estimular el desarrollo de la imaginación en la infancia:

 

¿Cómo estimular el desarrollo de la imaginación?

 Estimulación sensorial a través de los 5 sentidos

 

El dibujo, una fuente de imaginación

Con el dibujo, el niño crea su propio mundo, contando toda la historia de los personajes que él considere apropiados. Lo recomendable es que el niño tenga su propio espacio para dibujar, una pequeña mesa en su habitación, una zona de la mesa de la cocina o salón, etc. Para fomentar más la imaginación del niño debemos tener varios tipos de lápices y pinturas para que el niño pueda crear varias tonalidades, así como variar los tipos de materiales como el uso de carboncillo, de ceras o de témperas.

Para comenzar se pueden dar unas pequeñas ideas sobre cómo dibujar un planeta fantástico, un animal inexistente o la comida más increíble del mundo. Se puede también crear un personaje con la combinación de materiales diferentes, como las hojas. Primero se hace la cabeza, luego los brazos, las piernas y por último el torso. Luego podemos recortarlos y juntarlos para ver el personaje que se ha creado. Con cada nuevo personaje podemos hacer combinaciones de las partes del anterior para crear siempre personajes diferentes.

Otra idea muy buena es que dibuje una canción, con todo lo que le venga a la mente escuchándola.

 

Los cuentos: Una gran herramienta para el desarrollo de la imaginación del niño

Los libros ilustrados ayudan al niño a sintonizar fácilmente con el uso de su imaginación. Es importante prestar atención a las ilustraciones, no deben ser excesivamente simplistas (ya que esto reduce la percepción del niño) ni muy aterradoras.

En los cuentos no solo es importante la historia, sino también las imágenes, que nos ayudan a describir la naturaleza de una forma más brillante y más rica para la imaginación del niño. Es por esto que muchos niños ya más mayores, son aficionados al género fantástico y a los mundos habitados por criaturas fantásticas.

Y es que la imaginación puede trabajarse y desarrollarse con montones de recursos, a los que si le sumamos la grandeza de poder hacerlos y llevarlos a cabo entre todos los miembros de la familia un domingo en casa, no hay duda de que serán ideas y métodos maravillosos con los que soñar e imaginar lo imposible.