La mayoría de los educadores están de acuerdo en que ayudar a los estudiantes a desarrollar y trabajar valores es un objetivo que vale la pena, como por ejemplo, la compasión, la cortesía, la cooperación, la responsabilidad, la justicia, la tolerancia, el autocontrol, el coraje, el conocimiento, la ciudadanía, la perseverancia, la amabilidad, la honestidad o el respeto hacia uno mismo, hacia los demás, hacia los mayores, hacia las figuras de autoridad o hacia el medio ambiente.
Cómo pueden los educadores inculcar estos valores en clase
- Como educador o educadora, piensa en las personas que han influido en tu vida y en tu carrera. Haz una lista de los valores que poseían y en porqué te inspiraron.
- Reúnete con otros miembros de la escuela y desarrollad una lista de virtudes que todos puedan apoyar. Obtén su compromiso para trabajar valores positivos en el aula en todas las disciplinas y actividades, o hacerlo durante un tiempo concreto a lo largo de la semana o del mes con proyectos especiales.
- Esfuérzate por crear y/o apoyar una comunidad escolar receptiva que se preocupe por todos los niños, independientemente de sus rendimientos y diferencias.
- Piensa en los valores más importantes que deseas trabajar y piensa en dinámicas creativas que puedan gustar a los niños y fomentar su participación.
- Desafía a los niños para que muestren rasgos de carácter notables. Refuerza también las acciones positivas de cada día resaltándolas y comentándolas. Por ejemplo: “Carla, cuando le diste la bienvenida al nuevo estudiante de la clase y le ofreciste tu ayuda fuiste muy amable y empática”.
- Desarrolla tus propias habilidades de comunicación, se siempre coherente y envía mensajes claros. Escucha también siempre respetuosamente las ideas de tus alumnos y responde a todas sus preguntas.
- Lee, discute y representa historias que enseñen rasgos de carácter encomiables. Haz que los niños dibujen, inventen juegos, canciones o sus propias historias sobre personajes que también representen valores, como los superhéroes. Como proyecto de clase, diseña y produce un mural que represente las virtudes sacadas por cada niño de sus personajes favoritos, dignos de imitar.
- Establece estándares académicos altos pero razonables para ti y para tus estudiantes. Se respetuoso y honesto en tus relaciones y trabajos académicos, e inspira el aprendizaje a través de tu conocimiento y entusiasmo propios.
- Alienta a los alumnos a desarrollar y practicar un comportamiento positivo y bueno entre ellos. Crea un cuadro de “Cosas bonitas y positivas que han sucedido” y ve anotando cada buena acción y comportamiento destacable de los peques. Celebra los resultados al final de cada semana.
- Busca oportunidades para dramatizar y representar situaciones que ayuden a los estudiantes a comprender las perspectivas de los demás y a desarrollar la empatía. Por ejemplo, crea situaciones ficticias pero plausibles como: “Un niño dejó caer su bandeja de almuerzo en la cafetería o una niña no atrapó la pelota en clase de gimnasia. Pon a los estudiantes en cada situación creada y ayúdales a identificar los sentimientos de los protagonistas de cada historia y a buscar soluciones con amabilidad y respeto.
- Comparte tu tiempo, talentos y pertenencias con ellos. Busca actividades complementarias como ejercer el voluntariado o visitar a ancianos.
- Estudia y comenta biografías de personas destacadas como María Montessori, Gandhi, Rosa Parks, Ana Frank, Louis Pasteur, Benjamin Franklin, Martin Luther King…Esto servirá para preguntar después a los alumnos qué valores desarrollaron o aplicaron a sus vidas y también para que conozcan a personajes relevantes de la historia. También puedes ayudarles a enumerar fortalezas o virtudes de sus compañeros.
Cómo trabajar los valores en el aula
- Pídele a cada estudiante que haga de reportero y entreviste a una persona mayor de su entorno. Deberán elaborar una lista de preguntas para hacer, como por ejemplo: “¿Cómo era la vida cuando eras niño?”, “¿Quién fue la persona más importante en tu vida?”, “¿Puedes hablar de un recuerdo especial de vacaciones?”, “¿Dónde estabas o qué hacías cuando yo nací?”, “Cuando piensas en tu vida, ¿qué te hace sentir más orgulloso?”, “¿Hay algo que hubieras hecho diferente si hubieras podido?”.
- Haz que cada alumno haga un dibujo o escriba un informe sobre la persona entrevistada y que recopile todos los papeles y datos en un cuaderno o caja decorada.
- Busca proyectos apropiados para cada edad con el fin de que los niños desarrollen habilidades para tomar decisiones en su momento oportuno y de forma realista. Considera siempre las edades y habilidades de los niños cuando haga tareas.
- Involucra a los niños en la elaboración de las reglas del aula, crea normas claras y cumple con las consecuencias de saltárselas.
- Cuando surjan disputas, ayuda a los estudiantes a llegar a una solución agradable y siempre respetuosa.
- Enseña tenacidad y esfuerzo para que se puedan completar siempre los trabajos encomendados. Esto ayudará a ser responsables cada día un poquito más.
- Involucra a los padres y abuelos en la realización de dinámicas, actividades o fiestas especiales de la escuela para crear una gran comunidad de apoyo.
Por último, también puede ser buena idea recordar a los padres que son los modelos a seguir de sus hijos. Por eso, para que los niños desarrollen rasgos de carácter positivos, es necesario que los adultos en sus vidas vivan y practiquen los valores que aprecian, así como que construyan relaciones afectuosas con su familia y con su entorno. Al fin y el cabo, la familia siempre es el comienzo y el lugar en el que aprender a ser.