Hoy en día no es un hecho desconocido, el ver cómo la tecnología ha llegado a la escuela para quedarse. De hecho, cada vez se aplican más rápido y mejor los avances tecnológicos en las aulas. De este modo, existen grupos y movimientos que promueven la idea de que la educación actual tiene que preparar al alumnado en dichas tecnologías, para lograr vivir y desarrollarse con éxito en la sociedad del futuro.
Una sociedad futura en la que, probablemente, existan profesiones que aún no conocemos, pero que demandarán a profesionales altamente cualificados. Así, la robótica y la programación, son meros ejemplos de las últimas incorporaciones a la enseñanza, al considerarse que ambas disciplinas se corresponden con aquello que todo alumno debería “saber hacer o conocer” para su futuro. Además, en los últimos años se han lanzado múltiples iniciativas para convertir la programación en una materia accesible para los más pequeños, lo que puede nos puede llevar a reflexionar profundamente acerca de la verdadera necesidad de que los niños de primaria tengas nociones de este tipo, antes del inicio de su etapa educativa en secundaria.
¿Por qué enseñar a programar desde la educación primaria?
Otra ventaja para el uso y aprendizaje de las nuevas tecnologías en la infancia es precisamente su conocimiento, ya que aunque muchos estemos familiarizados con la tecnología, es posible que dicha relación se establezca normalmente de un modo superficial y en ocasiones también erróneo. He aquí la importancia de educar en un correcto uso de la tecnología.
El mundo de la programación permite a los niños y niñas dejar de ‘usar’ de manera simple la tecnología, para aprender a ‘descifrarla’. Así, se desarrollan habilidades como el pensamiento creativo, la capacidad de resolución de problemas complejos, el trabajo colaborativo, la autocorrección, etc., que sin duda resultan de gran utilidad para enfrentarse a los retos de toda la etapa escolar.
Por último, y no menos importante, hay que tener presente que España siempre ha ido un par de pasos por detrás en lo que a materia de innovación educativa se refiere. Si queremos solventar este desfase, tal vez sea importante conocer datos como el de que otros países, como Estonia, Francia o Reino Unido, ya han empezado a implantar la programación en las escuelas.