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La historia puede ser divertida en clase con estas fabulosas ideas

La historia es una materia indispensable en la vida porque nos permite entender las causas y las consecuencias de la sociedad que tenemos y en la que vivimos. Cuando se desconoce la historia se repiten los sufrimientos del pasado, algo que se puede evitar enseñando a los niños historia con clases divertidas.

Lo importante de idear formas fabulosas de enseñar la historia es que los niños crecen motivados y adquieren ilusión y ganas por conocer más su propia historia, contribuyendo de esta forma también al desarrollo de su autoaprendizaje.

De este modo, y por si necesitas ideas creativas con las que poder enseñar historia de forma divertida, hemos preparado este artículo.

 

 

Ideas divertidas para enseñar historia en el aula

 

Llevar la historia al teatro permite al niño conectar emocionalmente con su pasado. Al tener la oportunidad de interpretar algún papel y enfrentarse a los personajes de la época, es más fácil pensar como los protagonistas de la escena. Por otro lado, el niño se ve obligado a aprenderse frases célebres, algo que seguro no olvidará nunca más. Los disfraces y la decoración y puesta en marcha de un escenario son tareas divertidas también con las que los niños participarán con agrado y, sin darse cuenta, aprenderán historia de forma divertida.

 

Las líneas de tiempo permiten a los niños reconstruir la historia de acuerdo con los hechos ocurridos en el tiempo. De esta forma ellos pueden memorizar mejor las fechas e identificar los acontecimientos de la historia que han sucedido en cada etapa. Una forma inteligente de ayudarlos es haciendo que desarrollen dibujos por cada acontecimiento. A su vez, también podemos indicar la realización de rompecabezas con escenas centrales de cada época y ubicarlas en la línea del tiempo.

 

Las sopas de letras son juegos que a todos los niños les encantan, ya que mientras ellos se divierten buscando palabras relacionadas con algún episodio de la historia, van poniendo a prueba lo aprendido en clase. Dependiendo del nivel del niño se puede complicar la sopa de letras, agregando fechas y personajes falsos que pongan a prueba también su verdadero conocimiento.

 

La idea de crear pruebas de verdadero o falso no es algo nuevo, pero lo realmente nuevo está en quitar la presión que conlleva un examen y transformarlo en un juego. Se pueden otorgar premios a los niños o grupos que consigan más aciertos y, de esta manera, transformar una prueba en un juego divertido. Para crear el juego piensa en ese episodio de la historia que quieres enseñar y relátalo de una forma amena. Luego, escribe en la pizarra frases incoherentes para que diferencien las frases verdaderas de las falsas.

 

 

Un juego muy divertido para los niños es trabajar con varios dibujos de la época donde se ubique un objeto que no sea propio de la misma. Por ejemplo, puedes pensar en colocar un teléfono móvil en el bolsillo de los caballeros armados de antaño, colocar bolígrafos en vez de plumas u ordenadores donde deba haber pergaminos…etc. De esta manera, los niños comenzarán a identificar los objetos propios de aquella época con mayor facilidad y de una forma muy atractiva.

 

Y tú, ¿tienes ideas divertidas con la que poder enseñar historia en clase? ¿Has puesto alguna en práctica?