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Cómo influye el aprendizaje activo en el diseño del aula

El diseño de las aulas se hace, generalmente, en función de las propuestas educativas de aprendizaje que se van haciendo a lo largo del tiempo. En este sentido, durante muchos años ha prevalecido el uso de pupitres o mesas individuales en las escuelas, como consecuencia de que ha existido una mayor influencia del aprendizaje pasivo en todos los programas escolares. El aprendizaje pasivo es aquel que está relacionado con actividades como leer libros, escuchar al maestro y tomar apuntes, permanecer atentos a esquemas y diagramas que puedan mostrarse en gráficos o pizarras, lecciones teóricas sin fin…etc.

 

 

Pero existe otro tipo de aprendizaje, llamado aprendizaje activo, que cada vez está más presente en los colegios y que prima otra forma de enseñar y de trabajar en el aula. Y en esta línea es en la que trabajó el pedagogo estadounidense del siglo XX Edgar Dale, que pudo llegar a demostrar gracias a su famoso cono del aprendizaje, que con las técnicas de aprendizaje pasivo en realidad los alumnos no alcanzaban a recordar más del 50% de lo aprendido al cabo de 10 días, por lo que era muy necesario y urgente un cambio de paradigmas.

Pero no se trata solo de un cambio de programas o de formas de enseñar, puesto que la puesta en marcha de un aprendizaje activo requiere también que las aulas se diseñen en consecuencia, pues hasta ahora estaban diseñadas en otro sentido en el que era necesario que el alumno siempre permaneciese sentado, cada uno en su pupitre, entre otras cosas. Y para que puedas tener claro todo esto del aprendizaje activo y el diseño de las aulas que requiere, en este artículo haremos un repaso de las técnicas que son propias de un aprendizaje activo y de las recomendaciones que existen en cuanto al diseño de aulas para favorecer este tipo de aprendizaje.

 

El aprendizaje activo

El aprendizaje activo busca que el alumno sea protagonista de su propio aprendizaje, y esto se hace aumentando su grado de implicación en el propio proceso de aprendizaje. Según Edgar Dale los alumnos aprenden más analizando, diseñando, creando y evaluando que con otro tipo de tácticas. Actividades como participar en un debate, diseñar una propuesta de trabajo colaborativa, simular experiencias reales, diseñar presentaciones o tener prácticas, son todas actividades que favorecen el aprendizaje activo. Este tipo de formas de trabajar y de estrategias didácticas hacen que los alumnos logren retener lo aprendido hasta en un 90% más que con el aprendizaje pasivo, y que pueda mantenerse también más en el tiempo.

¿Cómo diseñar aulas que favorezcan el aprendizaje activo?

Las aulas que favorecen el aprendizaje pasivo deben cambiar para darle paso a estos nuevos métodos de aprendizaje. Algunas ideas para aplicar el aprendizaje activo en el aula serían las siguientes: