Un calendario puede ser una gran herramienta de aprendizaje para los más pequeños, y es que, además de ser muy útil para que puedan controlar los días de la semana y los meses o anotar sus citas y cositas pendientes, los calendarios también brindan una gran oportunidad de aprender habilidades matemáticas o de administración del tiempo.
Utilizando un calendario como rutina diaria, los niños pueden desarrollar un mejor sentido del tiempo, aprenderse los días de la semana y los meses del año, e incluso aprender a reconocer números y observar los sonidos iniciales de las letras para identificar en qué mes o día del año se encuentran, pero son muchos más los beneficios que tienen para la infancia. ¿Los vemos?
El uso del calendario como rutina infantil
Las rutinas ayudan a los niños pequeños a comenzar a comprender los conceptos de antes y después, así como las cosas que suceden durante el día, y eso les va dando seguridad y les reconforta. ¿Por qué sucede esto? Porque cuando los niños en edad preescolar saben qué esperar se sienten más seguros y su mundo se vuelve un poquito más predecible, lo que les enseña poco a poco también cómo se organiza el mundo y cómo los seres humanos dividimos el año o las partes en las que se compone.
Para los niños en edad preescolar los conceptos de tiempo generalmente se forman en torno a eventos, lo que significa aprender cuándo es su cumple o llega el verano, o cuándo es Halloween y Navidad, algo que es muy importante también tener presente en la escuela infantil, pues allí es donde suelen ver las fechas que llegan y van preparando las tematizaciones o manualidades correspondientes a cada evento.
Para los niños algo más mayores, de cinco y seis años, el concepto de tiempo sigue siendo abstracto y bastante difícil, pero va avanzando, porque a medida que los niños experimentan el mundo de las personas y las cosas, su concepto del tiempo se va integrando en su vida cotidiana y en su propio vocabulario.
Por lo tanto, para ayudar a nuestros niños pequeños a desarrollar este sentido del tiempo, una rutina de calendario regular que marque el paso del tiempo y resalte los eventos clave es enormemente beneficiosa, y más aún si dichos calendarios están llenos de fantasía y de personajes o escenas que les motiven.
Cómo llevar a cabo la rutina del calendario con niños
Pero lo cierto es que a veces, tanto en el cole como en nuestra propia casa, puede resultar difícil establecer una rutina de calendario con los peques; sin embargo, la buena noticia es que existen algunas claves que pueden resultar de utilidad para conseguirlo. ¿Quieres conocerlas?
- No complicarse demasiado. Lo importante para empezar esta rutina es que empecemos siempre por lo más básico y que los niños se vayan familiarizando poco a poco con su calendario sin que suponga un estrés o una obligación, pues de lo contrario no conseguiríamos afianzarlo como rutina.
- Marcar tareas pendientes. Busca rotuladores de colores bonitos y pide a los niños que marquen eventos que sean importantes para ellos o actividades que tengan diarias. Les encantará ver qué les espera y ver tantos colores en los días de cada mes.
- Recurre a canciones sobre el tiempo. Recopila canciones que puedan hablar del tiempo, ya sea en forma de horas, días o meses. Por ejemplo, como actividad escolar o de tiempo libre en casa, podemos imprimir un calendario sencillo para niños y, tras cantar una canción sobre los días de la semana, que sean capaces de reconocer los días, señalarlos, pintarlos…o cualquier cosa creativa que se nos ocurra.
- Trabajar las estaciones. Aprender las estaciones es muy importante y es una de las actividades esenciales de la escuela. Entonces, ¿qué tal aprender las estaciones señalando en el calendario en qué mes empiezan o qué meses abarca cada una? Podemos terminar la actividad con un baile de cada estación o con redacciones en las que los niños escriban sobre los que les sugiere cada estación del año.
- Aprender matemáticas: a través de un calendario para niños podemos introducir patrones matemáticos. Podemos diferenciar con frutas o cualquier otro tipo de dibujo, por ejemplo, los días de diario de los fines de semana, o marcar los días en los que no haya cole, o tal vez los meses con días pares y los meses con días impares. Lo importante es que los niños se acostumbren a los patrones y trabajen con conceptos básicos matemáticos mientras se mueven por el calendario y se van familiarizando con él.
- Aprender a contar: una de las actividades más sencillas que podemos hacer con un calendario infantil es que los niños aprendan a contar- Pídeles que cuenten los días de la semana, los días de cada mes, o el número de meses que tiene el año…y sube el nivel conforme vayan avanzando en su aprendizaje (contar de diez en diez, de cinco en cinco, o hasta cien…).
- Meteorólogos por un día: de vez en cuando, o cada mañana si lo deseas, aprovecha el comienzo del día para anotar la fecha en las que os encontréis (una rutina habitual en el cole pero que podemos hacer también en casa), y aprovecha para preguntar a los niños qué tiempo hace. Entonces, con unos lápices de colores, podrán señalar el día correspondiente y dibujar si llueve o hace sol, lo que además de permitirles ver las diferencias entre estaciones y entre unos días y otros, les permitirá conocer cada vez mejor el clima.
Como podemos ver, el uso de un calendario mensual o anual para niños tiene muchas ventajas para su aprendizaje, y a través de diferentes actividades creativas podemos conseguir que vayan entendiendo para qué se utilizan los calendarios y utilizándolos como rutina diaria mientras van comprendiendo el concepto abstracto del tiempo y ampliando su vocabulario al respecto, marcando eventos y celebraciones importantes y aprendiendo cada vez más números además de palabras.
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