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Actividades para niños con Síndrome de Asperger

Cada niño es diferente y necesita una estimulación distinta. En el caso de los niños con síndrome de Asperger esta diferencia se agudiza.

La estimulación ideal para un niño es a través del juego. Jugando canalizan sus emociones y aprenden sin darse cuenta. Además desarrollan habilidades y activan su cerebro.

Veamos de qué forma puede ser beneficioso el juego para un niño con Asperger. Estos niños se caracterizan por tener dificultades para relacionarse socialmente, problemas en el uso del lenguaje, lo que hace que su comunicación con los demás se vea afectada, y unos intereses limitados. Se saturan y agobian con una excesiva estimulación sensorial,  bloqueando de inmediato su atención y participación.

Sin embargo, poseen ciertas habilidades que podemos aprovechar para trabajar los aspectos que necesitan desarrollar, por ejemplo se les suele dar muy bien el reconocimiento de patrones, así que las artes y las matemáticas pueden ser una excelente alternativa para trabajar y potenciar, por ejemplo, el acercamiento a otros niños , que tanto se les dificulta.

Los expertos recomiendan los siguientes materiales y juegos para niños con Asperger

 

Son muy útiles a la hora de interactuar y aprender a respetar turnos. Puede ser describir animales o acciones con gestos. Hacerlo por equipos es interesante pues refuerza la amistad y el compañerismo. Esta dinámica ayuda a desarrollar el lenguaje verbal y no verbal.

Este es el juego donde los niños imitan a los “mayores” jugando a las casitas: cocinando, comprando, cuidando muñecos, etc. En el niño con Asperger es especialmente indicado, pues le ayuda con su falta de empatía. Ponerse en el lugar de otras personas es muy beneficioso para él.

Puzles, rompecabezas, bloques, juegos de memoria son excelentes para desarrollar su capacidad de concentración y lógica. Pueden proporcionarles además tranquilidad y seguridad, lo cual va a relajarlos y hacer que se sientan cómodos.

Hacer torres, filas de objetos, ensartar en cuerdas o palitos, por ejemplo, macarrones o cuentas, les ayuda a desarrollar la concentración y la motricidad fina y gruesa.

Moldear plastilina, recortar figuras y pegarlas, también bolitas de papel. Pintar con acuarelas o ceras. Todas estas técnicas trabajan su inventiva y, por lo tanto, mejoran su autoestima. Decorar las paredes de la clase o de casa con los trabajos de los niños siempre es buena idea para que vean valorado su esfuerzo.

Es interesante incluir en el juego, de alguna manera, caras con diferentes emociones y usarlas para reconocer los estados de ánimo y ayudarlo a expresar su sentir y entender el de los demás.

El primero es un juego que refuerza la relación entre los niños. Deben pasarle la pelota al compañero que quieran diciendo antes su nombre o algo que lo distinga (pelo rizado, pantalón verde, lleva gafas…).

El segundo juego se llama Sardinas en lata. Se separa a los niños en grupos tumbados en el suelo como las sardinas: uno a la derecha y el otro al contrario,  y se les dice sardinas a nadar, entonces se levantan y se mueven tranquilos por el espacio “nadando”, de pronto se les dice Sardinas en lata y tienen que volver a la posición inicial de suelo. El grupo que tarde más se elimina.

Para terminar debemos recordar que para trabajar con niños en general, y en particular niños con Asperger, la paciencia es el mejor material que podemos disponer. Puede pasar tiempo hasta que veamos resultados pero no hay que perder el ánimo. Lograr día a día que el niño esté confiado y tranquilo, calmarlo cuando lo notemos nervioso, fijarnos en sus particularidades para conocerlo bien y saber responder ante su comportamiento, y muy importante: no obligarlo a nada que no quiera hacer, así como respetar su ritmo y elección.

La recompensa llegará cuando menos lo esperemos y será ver como socializa mejor y aprende a integrarse poco a poco.