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4 trucos para que los niños te hagan caso

Pautas para trabajar la distracción de los más pequeños

Mantener la atención de los niños y conseguir que hagan lo que les dices la mayoría de las veces, nos resulta misión imposible y nos desesperamos, no sabemos qué hacer. Observamos a las personas que lo consiguen, parece que sin dificultades, y no podemos evitar sentir frustración. ¿Cómo lo hacen? ¿Hay algún truco infalible?

Pues infalible no, pero sí hay pequeñas tácticas que hacen más fácil que un niño no se vaya con la mente a otro lado, te tome en serio, tenga en cuenta lo que dices, lo ponga en práctica y, lo más valioso, no se le olvide.

A continuación te damos unas pautas que puedes adaptar como siempre según creas y, sobre todo, según el carácter de tu hijo. En la crianza y la educación no nos cansamos de decir que cada casa es un universo y cada niño un mundo, así que usa tu intuición y adelante:

 

Escúchalo

Si quieres que te haga caso, comienza por hacérselo tú a él. Háblale mirándolo a los ojos, agáchate lo que sea necesario para que sepa que estás dirigiéndote a él con respeto y de tú a tú. El contacto visual es muy importante, no se trata de dar órdenes a cualquiera, estás hablando con tu hijo. Si estamos en un aula dando clase, hay que lograr esa cercanía con los alumnos reafirmándola cada vez que se pueda de manera individual.

Sé claro

No los marees con largas y elaboradas explicaciones, simplifica la idea de forma sencilla y directa. Para que se ponga un jersey con un “hace frio y te puedes enfermar” es suficiente. No le cuentes cuando se puso malo, no pudo salir, recuerdas los mocos, mira los otros niños, yo estoy malita, quieres estar así, siempre te pones igual, ¿por qué lo haces? bla, bla, bla… Hay un click en su cabeza que se activa con las explicaciones largas y monótonas. A partir de ese click ya no te escucha.




Recurre a la fantasía

Usa sus personajes favoritos, los protagonistas del cuento que le gusta o unas hormiguitas del parque, lo que sea que le distraiga, le genere curiosidad o que consiga la identificación: ¿Sabes que Batman prueba cosas nuevas de comer para así ser más fuerte y sano? Pues a Pulgarcito le gusta mucho caminar porque caminando se piensa y se desarrolla la inteligencia, o bien, mira como las hormiguitas se ayudan entre sí para llevar comida al hormiguero. Ponerle ejemplos y hablar de ellos con el pequeño hace que reflexione y opine. Además es bueno que observe actitudes positivas en los demás, sobre todo, en los personajes que admira.

 

Distráelo

Salirse por la tangente mientras lo convences siempre funciona. Si no se quiere abrochar el cinturón del coche juega a hacerle cosquillas y no se dará ni cuenta de que ya lo tiene puesto. Música para bailar a su ritmo favorito cuando toca recoger sus juguetes, mirar los colores de las nubes a la vez que te ayuda a alcanzándote las pinzas para tender la ropa, inventarse nombres para las personas que se cruzan en la calle mientras vais a algún sitio que no le apetece mucho…, en fin, las posibilidades son infinitas, se trata de ponerle humor y hacer que se ría cuando se agobia y no hace caso.  Y de paso, nos reímos nosotros con él que no viene nunca mal.

 

Estos truquitos harán que poco a poco les cueste menos hacernos caso, que confíe en nosotros simplemente por el hecho de que confiamos en ellos y lo notan. Como siempre, mucha paciencia, piensa que aunque parezca que el tiempo no pasa, sí lo hace y a velocidad de vértigo, así que ríete con tus hijos de las situaciones cotidianas lo máximo que puedas porque nada merece un disgusto y las carcajadas compartidas te ayudan a vivir, y a ellos los enseñan a ser felices 😉