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¿Cuántas horas debe dormir un niño al día?

Las horas de sueño que necesitan los niños siempre pueden variar dependiendo de diversos factores, tanto internos como externos, incluyendo la edad del propio niño. Por ello, y para ofreceros una mínima orientación para cuando surjan dudas al respecto, os explicamos en el presente artículo unas pautas sencillas y generales para saber cuánto debería dormir un niño/a.

 

Horas al día que debe dormir un niño según su edad

Los niños recién nacidos necesitan dormir de 15 a 18 horas cada día, pero solo durante periodos cortos de tiempo (de dos a cuatro horas). Como los niños recién nacidos todavía no tienen un reloj biológico interno para dormir, sus patrones de sueño no se rigen por los ciclos diurnos o nocturnos.

A partir del primer mes, el niño comenzará  a  estar más calmado y tranquilo, adquiriendo poco a poco patrones de sueño más regulares y marcados. Los periodos más largos de sueño duran de cuatro a seis horas, ocurriendo de forma más frecuente por la noche.

Lo ideal en este tiempo es que el bebé duerma hasta 15 horas, pero la gran mayoría suele dormir  alrededor de 12. Establecer hábitos saludables de sueño en ellos es primordial para que se vayan pareciendo cada vez más a los de un adulto.

Los bebés suelen adquirir la costumbre de tener tres siestas. El establecimiento de esta costumbre regular, generalmente, ocurre en los últimos meses previos al año. La siesta por las mañanas suele empezar sobre las 9:00 o 10:00, con una duración de una hora.  A mediodía comienza sobre las 14:00 o 15:00, con una duración media de 2 horas. Por último, la siesta de la tarde puede comenzar desde las 17:00 hasta las 18:00, aunque puede variar según las necesidades del recién nacido.

Cuando el niño comienza su primer año de vida, suele eliminarse alguna rutina de siesta, quedándose únicamente en 1 o 2 como mucho. La mayoría de los niños con 2 o 3 años necesitan todavía una siesta al día para recuperar fuerzas y estar más descansados, siendo de media ésta de unas tres horas. Normalmente deben irse a la cama sobre las 20:00 o las 21:00, sobre todo si se levantan para ir al cole o a la escuela infantil a las 7:00 o las 8:00.

No suele modificarse a estas edades el ciclo de sueño, por lo que el horario para acostarse es igual que el anterior, de  20:00 a 21:00. A partir de los 3 años, la rutina de la siesta todavía perdura en la mayoría de niños, siendo una siesta generalmente situada entre el mediodía o la tarde. Esta costumbre suele ir desapareciendo o modificándose cuando el niño empieza a entrar en edad escolar, sobre todo a partir de los 5 años, con periodos de descanso entre horas mucho más breves.

A estas edades el niño tiene un gran desgaste debido a las actividades escolares, sociales o familiares, aplazando la hora de irse a la cama de forma gradual hasta las 22:00. El tiempo total de sueño  necesario en esta etapa estaría entre las  9 y las 12 horas diarias, pero debido a la agitación del día a día, lo más normal suelen ser 9 horas.

En edades adultas dormir sigue siendo una gran necesidad para que nuestro cuerpo pueda descansar y mantener nuestras funciones a pleno rendimiento al día siguiente. En muchas ocasiones, debido al estrés, al desgaste por actividades físicas o mentales, u otros factores, los  adolescentes  pueden necesitar incluso más horas de sueño que en otras etapas. Sin embargo, la presión social y los horarios marcados adquieren más importancia que tener una óptima cantidad y calidad de sueño, lo cual se debería evitar siempre en la medida de lo posible.