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Conoce la terapia de la risa para los niños

Evitar ponerse de mal genio y llegar al extremo de gritar en frente de los niños, cuando se pierden los nervios, es el reto a superar para muchos padres y madres.

Si muy a menudo te encuentras de mal humor y no toleras con facilidad el llanto o los berrinches de tus hijos, hasta el punto de que todo termina volviéndose una situación incontrolable, debes pararte a pensar cuáles son las causas que terminan haciendo que pases de ser un súper papá o una súper mamá, a alguien enfurecido, intolerante y gruñón.

Una de las causas podría ser el exceso de trabajo fuera de casa y también dentro de ella, así como otros aspectos a menudo cotidianos como el hecho de dejar de hacer cosas que nos gustaban, como salir al cine o a cenar fuera. Este tipo de circunstancias hacen que la motivación y las ganas de seguir adelante con fuerza y empuje disminuyan, haciendo que se mermen también la capacidad de autocontrol y la paciencia cuando más falta hace frente a los hijos. No renunciar a estos espacios y momentos de auto-felicidad y esparcimiento, puede ser la calve a la hora de enfrentarse a llantos, gritos y rabietas descontroladas.

 

Rechazar las malas energías

A pesar de las excusas o de los problemas que puedan existir, los gritos, el mal humor y la ira deben ser evitados a toda costa por todos los miembros de la familia sin excepción. Trata de averiguar cuáles son los problemas que te frenan día a día y qué es lo que hace que tus energías no fluyan como debieran.

Reflexionar sobre nuestro propio estado interior puede hacer que dejemos de actuar frente a nuestros hijos de forma descontrolada o autoritaria, ya que si de lo que se trata es de evitar que tengan rabietas o que griten sin control, poco podremos conseguir actuando de igual forma o similar. Si tú como padre o madre estás bien y en paz contigo mismo/a, entonces también estarás bien con tu familia y todo tu entorno se beneficiará de ello.

Desde luego enfadarse es inevitable en determinados momentos y ocasiones, puesto que somos humanos y la crianza no es un tema que se pueda tomar a la ligera. Pero el hecho de estar cansados, con falta de sueño, o con un mal día, no puede repercutir negativamente en la educación que deseemos dar a nuestros hijos e hijas. Del mismo modo, retener los sentimientos negativos y no aceptarlos, será dañino para la situación y el ambiente familiar, provocando y dando pie a rabietas descontroladas por parte de los más pequeños, que tienden a percibir el nivel de humor de sus padres poniéndolo a menudo a prueba.

Buscar soluciones, como el fomentar la conversación, la puesta en común de los problemas o el buen humor y la alegría a través de la risa diaria, serán técnicas y rutinas ideales para aliviar tensiones y que pueda reinar la paz en casa. Aliviar las cargas es fundamental para que nuestros seres queridos no terminen pagando por ellas. Al mismo tiempo, los niños podrán desfogarse y relativizar sus propios problemas gracias al juego en grupo y al compartir en familia, lo que hará que vayan reduciendo sus motivos para las rabietas y el mal comportamiento poco a poco.

 

Pautas para establecer una terapia diaria de risas

La risa trae muchos beneficios para el bienestar general y eso es algo que todos sabemos pero no siempre somos capaces de llevar a cabo. Peor la crudeza propia de la vida exige que seamos capaces de reírnos de las cosas y de sacarles el contrapunto y, cuando lo hacemos, nos sentimos bien, llegamos a pensar que los problemas son menos y aprendemos de nosotros mismos y de los demás.

Por eso es tan importante para las familias el aprender a disfrutar y reír, porque además de fomentar el positivismo en casa, cada uno de los miembros de la familia se sentirá mejor, relativizará sus problemas de forma amena, y tendrá menos motivos para enfadarse y pagarlo con los demás.

Y para que puedas guiarte y alejarte del mal humor y de las situaciones descontroladas en casa, queremos proponerte una serie de pautas sencillas que te ayudarán a que por fin  reine la paz: