NOTICIAS INFANTILES ® Consejos para padres, profesores y niños

Ayuda a tu hijo a hacer amigos

Cómo ayudar a tu hijo a hacer amigos

Todos son iguales: se pasan el día haciendo de las suyas, sembrando el desorden a su paso y contestando “no quiero” a todo lo que les decimos. Pero en cuanto hay visitas en casa, se pegan a nuestras faldas y no hay forma de hacerles abrir la boca, una actitud que despierta comentarios del tipo: “qué suerte tienes, qué niño tan calladito y formal, es un poco vergonzoso, ¿verdad?” A lo que respondemos: “Si yo te contara…”.

Claro que también se da el caso contrario, porque hay algunos que no tienen ningún reparo en hablar con el primero que se les pone delante.

Ambas conductas son frecuentes y no deben preocuparnos. Una cierta desconfianza ante los desconocidos es normal e incluso deseable, ya que es una forma de protegerse ante los extraños. Y el hecho de que haga buenas migas con el primero que pase también, ya que los niños son espontáneos y sienten mucha curiosidad por todo.

Lo que no es normal ni deseable es que su vergüenza ante los desconocidos le impida hacer nuevos amigos fuera del círculo familiar, o que su carácter, sumamente extrovertido, le lleve a meterse en líos y nos obligue a vigilarle o estar pendiente de él las 24 horas del día para evitar que moleste, se meta en algún lío o se vaya con el primero que pase.

¿Pero por qué unos son más abiertos y otros más vergonzosos? Sencillamente porque la capacidad para relacionarse es una habilidad que no todos desarrollan al mismo tiempo y que depende de muchos factores: su edad y carácter, las oportunidades que tienen de conocer y tratar a gente nueva e incluso su propio ritmo de desarrollo.

Por ello, nuestra actitud y el ambiente familiar, en general, son decisivos, ya que le brindan experiencias que le sirven de punto de partida. Y la prueba es que los niños que tienen hermanos suelen ser más abiertos y tolerantes que los que son hijos únicos, porque, desde pequeños, se ven obligados a convivir juntos y a compartir muchas cosas. Y aquellos cuyos padres visitan con frecuencia a sus propios amigos y suelen organizar viajes o salidas juntos, también, ya que están más acostumbrados al trato con gente. Por ello, los padres también somos, al menos en parte, responsables de los éxitos y fracasos sociales de nuestros hijos.

Es cierto que no podemos hacer amigos por ellos, pero sí facilitarles las cosas para poner a prueba sus habilidades sociales.

 


 

Pautas que podemos llevar a cabo para desarrollar su habilidad social

 

Características habituales por tramo de edades

 

La clave está en la libertad para elegir. Hay que dejar que nuestros hijos elijan libremente a sus amigos y respetar su decisión, aunque se equivoquen. Si son mayores que él, conviene vigilar que no abusen de su ingenuidad.