Las dos MEJORES MANERAS de hacer que los niños sean BUENOS LECTORES

Los niños quieren ser lectores. Incluso hoy en día, con tantas diversiones, a los niños les puede encantar la comodidad y la seguridad de un buen libro, pero para que esto sea así debe haber, como es lógico, una estimulación y una motivación previas por parte de profesores, padres y madres.

 

buenos lectores

 

Las claves para conseguir que los niños aprendan a leer y trabajar (una vez logrado) en la mejora y la potenciación de la habilidad lectora requiere, entre otras cosas, de una buena selección de libros infantiles o de practicar con frecuencia la lectura en voz alta, pero hay mucho más. Por eso en este artículo queremos ofrecer dos de las mejores estrategias de lectura infantil con las que poder desarrollar la confianza en los libros necesaria para crear pequeños y buenos lectores.

¡Pongámoslas en práctica!

 

 

Estrategias para que los niños sean buenos lectores

 

  • Crear un propósito para la lectura

A todos nos gusta tener un propósito por el que hacer las cosas, y esto tiene sentido tanto para niños como para adultos. Con respecto al hábito de la lectura en los niños por supuesto esto también es válido, y existen una gran variedad de recursos para mostrar a los peques un propósito por el que leer, por ejemplo, a través de los juegos. Los juegos de palabras y los enigmas son algunos de los favoritos de los más pequeños, en parte por el misterio que les supone hallar las respuestas, así que… ¡enseña a los niños a crear y a resolver enigmas! Enseña también a hacer pausas para que el oyente piense en la respuesta y se cree un interesante momento de espera y de incertidumbre.

Crea acertijos para diferentes épocas del año y con distintos temas cotidianos inspirados también en la literatura infantil. Crea juegos de adivinanzas para épocas especiales, como Halloween o Navidad, o propón actividades adicionales en torno a los acertijos como la de recortar los enigmas que previamente se hayan creado en un folio y cartulina para colocarlos en una bolsita sorpresa de lecturas al azar. Este tipo de estrategias llaman la atención y facilitan de forma divertida y amena la comprensión lectora, necesaria para que cualquier lector pueda aprovecharse plenamente de los beneficios de la lectura.

Los niños también pueden crear acertijos con dibujos y motivos para colorear y, una vez hayan sido despejados por el conjunto de la clase, pueden llevárselos a casa como recuerdo y para jugar junto a sus familias con la idea de superar pruebas y retos.

 

  • Releer, releer…y volver a leer

Releer es una de las estrategias tradicionalmente más utilizada para desarrollar las habilidades de la lectura. Y, ¿en qué consiste? Pues en que un lector vuelva a leer una parte de un texto o libro que ya haya leído previamente. Un lector puede releer la misma pieza muchas veces sin problemas, porque volver a leer ayuda a aumentar la confianza en la lectura y a familiarizar al lector con el texto. Muchos padres no entienden la importancia de esta estrategia y sienten que el niño puede estar memorizando el texto y, aunque tiene algo de cierto, no lo es menos el hecho de que para aprender determinadas cosas bien hay que repetir muchas veces, como ocurre con las clases de conducir.

Al releer tenemos más posibilidades de mejorar, de sentirnos más cómodos con lo que estamos leyendo y aprendiendo, y conseguimos avanzar. Nadie pregunta por qué un equipo de fútbol o baloncesto practica las mismas jugadas una y otra vez, pues todos sabemos que es para mejorar el equipo, y eso es lo mismo que ocurre con la lectura para un niño. La familiaridad crea confianza y la confianza permite al lector avanzar un poco más la próxima vez, y con ello los niños aprenden también a sentirse seguros de sí mismos. Un sistema, el de la relectura, que funciona especialmente bien con la poesía.

 

estrategias lectura

 

Leer es un trabajo duro y la vida ofrece tantas otras formas de entretenerse…que la lectura temprana a menudo parece más un trabajo que un juego, por lo que es muy importante adoptar dinámicas positivas en torno a la lectura con el fin de que los niños puedan aproximarse a ella poco a poco con interés y de forma voluntaria. De lo contrario, puede que los niños nunca lleguen a ese lugar “delicioso” de nuestra mente y del alma en el que leer un buen libro puede ser más divertido que casi cualquier otra cosa.

 

Y tú, ¿has utilizado alguna de estas estrategias para ayudar a tus hijos o a tus alumnos con la lectura? ¿Cómo crees que los niños de tu casa o clase se verían beneficiados con estas prácticas?

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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