La importancia de educar con inteligencia emocional a los niños

El sistema educativo tiene muchas fallas, como ya sabemos, pero una de las más importantes, sin duda, es la falta de formación en gestión de las emociones. Las propias carreras de Educación Infantil o Magisterio, ya deberían incorporar asignaturas encargadas de enseñar a reconocer determinadas emociones, a distinguirlas y a trabajarlas. De este modo se evitaría en gran parte el temido fracaso escolar, puesto que suele estar relacionado casi siempre con el estado anímico o la situación social del pequeño/a.

Un profesor de Magisterio de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Guerrero, es uno de los pocos que enseña a sus alumnos, además de las asignaturas de siempre, la educación emocional, aunque de forma voluntaria por el momento, pues esto no se aplica aún en ninguna universidad.

Pero no se trata solo de que los maestros y los profesores aprendan técnicas de educación emocional para trabajar con sus alumnos, sino que se trata también (y es la parte más importante) de que los propios maestros y profesores aprendan a manejar sus propias emociones, puesto que esta es la única forma de que después, como adultos, podamos enseñar a los más pequeños en la misma tarea.

 

Una tarea pendiente en el sistema educativo

Aprender a manejar las emociones es una tarea pendiente absolutamente básica, pues de ello depende la facilidad que tengamos en el futuro para adaptarnos al entorno que nos rodea y a los demás, a no frustrarnos a la menor decepción y a lidiar con nuestras inseguridades y con la baja autoestima.

Aprender a identificar y a distinguir lo que sentimos, así como a controlarlo, nos dota de seguridad y de empatía para poder entender a los demás y poder ayudarles. Estos motivos son tan importantes para la vida, que apenas debería tener sentido el debatir que se estudie en las universidades la inteligencia emocional o no. De nada sirve transmitir conocimientos a los alumnos si después no van a saber qué hacer con su vida o dónde está realmente su sitio en el mundo. El equilibro emocional es necesario para poder avanzar en la vida y para poder tener más garantías de éxito académico, laboral y social, en general.

Como adultos sabemos que la vida se compone de altibajos, y por ello, que nuestra mente se mantenga en un equilibrio es muy importante para no decaer en los momentos más tristes o negativos por los que tengamos que pasar tarde o temprano. El estrés, las malas notas, las dificultades personales en el aprendizaje…son motivos suficientes para que un niño pueda derrumbarse y venirse abajo, perdiendo la capacidad de creer en sí mismo y encaminándose hacia un posible fracaso escolar.

Tal vez se pueda evitar todo esto si aplicásemos, finalmente, el aprendizaje también de la inteligencia emocional en nuestras competencias, y la tarea comienza por formar al profesorado en ello, así como también, a ser posible, a los propios padres.

Educar en inteligencia emocional es, probablemente, una de las claves que necesita el sistema educativo para remontar y adecuarse a lo que verdaderamente se necesita en la vida para poder progresar.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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1 Comentario

  1. Me encantaría recibir información sobre la educación con inteligencia emocional.

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