Regla de los cuatro regalos: una idea que cobra fuerza

España se enfrenta a una situación económica muy delicada. Muchos expertos auguran que nuestro país será uno de los que más acuse el impacto por la pandemia del coronavirus en materia de empleo y desprotección social.

Recientemente, desde Bruselas han anunciado que la caída del PIB será superior al 10%, unas previsiones que son incluso peores que las que se manejaban hasta la fecha, del 9,4%. Ante esta tesitura, y sabiendo que muchos agentes económicos apuntan a que lo peor está por llegar en el cuarto trimestre de este ejercicio, cuando los ERTES pasen a ser ERES y se produzcan despidos masivos, hay quien recupera comportamientos sostenibles y racionales de gasto. Uno de ellos es la regla de los cuatro regalos para los niños, de la que ya os hablamos en Bosque de Fantasías.

 

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Qué significado tiene la regla de los cuatro regalos

Esta idea hace referencia al número de regalos que deben recibir los pequeños en navidades, que es la época del año más dada a estas prácticas. Existen también otros momentos, como el cumpleaños o alguna ocasión especial en la que los niños pueden recibir regalos, pero la tónica es siempre la misma.

De este modo, los niños solo deben recibir cuatro regalos, escpecialmente en navidades que es cuando más aumenta el consumo, con el fin de conseguir varios objetivos: el primero de ellos es valorar los regalos y hacer uso de ellos sin que se pierdan en el armario o en la sala de juegos; el segundo, es tener unos hábitos de compra responsables y racionales.

En las próximas navidades muchas familias se van a ver obligadas a destinar un presupuesto más reducido para los regalos, por lo que esta idea de solo cuatro regalos va a ser todavía más común.

 

 

Satisfacer deseos y cubrir necesidades

Ese es, de manera resumida, todo el arco de necesidades que se deben cumplir con los regalos de navidad. Por ejemplo, a la hora de regalar ropa (que es algo útil) no solo debemos entender por ropa prendas, sino también calzado, complementos, una mochila escolar o ropa de cama que sea de su gusto.

El segundo objeto a regalar debería ser algo para leer. Es imprescindible fomentar la lectura desde la infancia porque esto les ayuda a desarrollar su imaginación, ganar en vocabulario y estimular su concentración y memorización. No importa si es un libro en papel o electrónico, aunque hay mucha gente que prefiere acudir al papel para mantener a los pequeños alejados de la tecnología.

Esto parece a día de hoy algo imposible, pues las nuevas generaciones son nativas digitales. La clave, por tanto, no radica en alejar a los pequeños de los dispositivos tecnológicos, sino en moderar su uso. El ebook es uno de los más interesantes, pero también hay muchos regalos para el móvil relacionados con las fotografías, pues sirven para crear recuerdos.

La tercera opción es regalar algo que ellos realmente deseen. Aquí puede entrar en juego cualquier objeto por el que realmente muestren interés, pero la responsabilidad de los padres es dirigir sus gustos hacia objetos que tengan una utilidad más allá del juego. Que sean de carácter divulgativo o que impulsen sus ganas de aprender. Eso sí, como realmente es el único regalo donde tienen total libertad para elegir, es importante satisfacer sus deseos.

Finalmente llegamos al cuarto objeto, el que necesitan. En realidad es muy similar al primero, pues pueden entrar dentro de esta categoría el material escolar, los juguetes educativos, accesorios o instrumentos de música, equipamiento deportivo, etc. Si les gusta el orden  y la independencia, de modo que quieran mantener su espacio de juegos o su habitación a su gusto, aquí mismo os mostramos ideas para organizar la habitación de los niños y expandimos esa idea de regalos que de verdad necesitan a elementos para su zona de juegos, cuadros decorativos o la propia ropa de cama. Sea como fuere, lo importante es que los niños aprendan que han de ser responsables en sus peticiones y en su comportamiento.

 

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A más regalos…menos ilusión

La coyuntura económica va a llevar a muchas familias a verse obligadas a reducir sus gastos extra en los próximos meses, incluida la Navidad. Sin embargo, en lo relativo a los juguetes es importante señalar que no siempre la presencia de más regalos se asocia a más felicidad.

Es justo al contrario, pues esto puede acabar en hastío, sobreprotección y acumulación de frustraciones. En este sentido, es importante también hacer frente a las expectativas de los padres. No se es peor padre si se le hacen menos regalos a los hijos incluso estando en una posición económica viable para ello.

La Navidad, y cualquier otro momento especial del año, no debe comprometer la economía familiar. Hay que quitarse de la cabeza esa idea errónea de que la felicidad de los niños están en la cantidad o en la cuantía económica de los regalos.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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1 Comentario

  1. Hola muy buenas, la regla de los 4 regalos me parece perfecta!
    Estuve un tiempo yendo a terapia de familia, pues los hijos de mi pareja no me aceptaban, y esa regla es similar a lo que la psicóloga me dijo.
    Yo, para tratar de ganarme su afecto, les regalaba muchas cosas, lo cual en primera instancia, cuando se ilusionan genial, pero después seguían sin aceptarme. Y veía que además esos juguetes o regalos en una esquina sin que les hiciera mucho caso.
    Nunca es buena idea suplir cariño u otras actividades con regalos.

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