¿Por qué el cerebro de un niño necesita 12 abrazos al día?

Sabemos en la práctica que un abrazo nos tranquiliza, y que más de una vez hemos pedido o necesitado un abrazo, sin palabras, para calmarnos y sentirnos queridos. Pero cuando la ciencia también nos lo confirma, entonces tenemos más razones que antes para no pasar de este tema y ponernos a la práctica. En este sentido, Virginia Satir, psicoterapeuta estadounidense que estuvo enfocada en la terapia familiar a lo largo de toda su vida, llegó a afirmar en sus trabajos que un niño necesita alrededor de 12 abrazos diarios para llevar un crecimiento normal.

Veamos ahora por qué esto es positivo para el cerebro de un niño.

 

Los abrazos dan sensación de seguridad

Los niños necesitan seguridad, sentir que no están solos y que no serán abandonados. Probablemente habrás experimentado el rechazo del niño al quedarse por primera vez en la escuela o en la casa de algún familiar. Ese rechazo se debe a la inseguridad que siente al quedarse en un lugar solo sin volver a ver a su familia, principalmente a sus padres. Dar un abrazo fuerte al niño/a antes de irse y luego al llegar, le permite entender que no es un abandono. Los abrazos hacen que los niños confíen más en que sus papis regresarán pronto.

Los abrazos liberan dopamina

La dopamina es un neurotransmisor que se activa cuando recibimos una recompensa inesperada como un gran abrazo. Al liberarse se cumplen muchas funciones en el cerebro, como la regulación del sueño, del humor, la atención y el aprendizaje…, además de un mejor comportamiento motor, motivacional y de cognición.

Los abrazos producen oxitocina

La oxitocina es una hormona que se libera en los niños al recibir un contacto físico afectuoso, aunque en este punto es necesario añadir que esta hormona se libera tan solo con la voz de la madre sin necesidad de contacto físico. Lo cierto es que el abrazo y la voz de una madre hacia su hijo ayudan a aumentar la confianza y a disminuir el miedo social y el estrés de los niños, aumentando también al tiempo su generosidad y capacidad de empatía.

Reduce el nivel de cortisol en la sangre

Los niveles de cortisol en un niño pueden ser elevados cuando experimenta mucho estrés. Y es que, en los más pequeños, una alta producción de cortisol disminuye la formación ósea y suprime la acción del sistema inmune, siendo más propensos a estar enfermos. Una de las formas de inhibir la producción de esta hormona es a través del masaje terapéutico. Un abrazo largo y prolongado puede hacer que los niños tengan una mejor formación ósea y que experimenten menos enfermedades.

 

Un niño que recibe 12 abrazos al día es, en definitiva, un niño feliz que crece seguro, con más confianza y menos miedo en la vida, preparado para tener mejores relaciones con el otro y una estructura ósea y un sistema inmune fuerte y a prueba de bombas.

¡El abrazo es toda una medicina!

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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10 Comentarios

  1. Una explicación biológica que desarrolla un correlativo sicológico o a la inversa lo real es que se refuerza el apego que a esa edad es muy marcado , gracias.

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  2. Hermoso todo lo que leo de ustedes. Es real e increible, podemos frenar una fiera con un abrazo!!

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  3. Interesante el articulo, y muy buen contenido, gracias por compartirlo.

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  4. tan importante que son los abrazos en los niños, mas en estos tiempos y con este mundo tan apurado, los niños y jóvenes ya muy poco encuentran estos abrazos en sus hogares, mamá trabaja a tiempo completo, papá esta entretenido con sus metas, entonces comienzo a ver del por qué del comportamiento de los niños en la actualidad. si se tomara conciencia en casa y con la ayuda de los docentes, nuestros niños estuvieran mejor.

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    • Muy bueno el mensaje tratare de abrazar mas a mi hija para darle ,fuerza y seguridad el abrazo me llena de alegria y confianza.

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  5. traten de ser empaticos en el abrazo, para que cumpla la funcion, sino solo se va a sentir molesto el niño

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