Un nuevo hermanito en casa

Cuando llega el nuevo hermanito

Como padres, cuando recibimos la noticia de que estamos a la espera de nuestro primer bebé, son muchos los sentimientos y emociones que nos invaden. Alegría, por ese ser humano que ahora estará a nuestro cargo y que ya forma parte de nosotros; expectativa, por saber cómo será, si será niño o niña, cuáles serán sus intereses, sus miedos…; miedo, ante la responsabilidad de criar a un nuevo miembro de la familia y no saber si seremos capaces de hacerlo… y un sinfín de sentimientos más. Sin embargo, lo más importante es no preocuparse por lo que pueda o no pueda pasar, y esperar ese día con muchísima ilusión y tranquilidad.

Cuando el niño nace por fin nos sentimos emocionados, toda la familia va a conocerlo, recibimos llamadas de familiares que están lejos para felicitarnos, regalos y mucho apoyo. Comienzan las noches en vela porque el peque se despierta pidiendo alimento cada cierto tiempo, o simplemente porque no podemos dormir por la necesidad constante de asegurarnos de que está bien. Comienza a crecer, ya come papillas, gatea, se levanta con ayuda, comienzan a salirse los dientecitos, pronuncia sus primeras palabras y da sus primeros pasos. Sin duda, una aventura de emociones inexplicables.

Con el tiempo sigue creciendo y ya no solo camina, sino que corre; ya no quiere que lo lleven tanto en brazos,  le gusta caminar solito sin agarrarle la mano a nadie…en definitiva, se vuelven más independientes. En este momento, los padres comienzan a sentir de nuevo la necesidad de revivir todas esas experiencias, ante el convencimiento de que esa personita tan deseada ya no nos necesita con la misma intensidad que antes.

Las estadísticas muestran que es alrededor de los 3 años cuando el niño alcanza altos grados de independencia para ciertas cosas, y los padres vuelven a sentir de nuevo las ganas de criar a un nuevo miembro de la familia, comenzando así de nuevo la aventura. Pero esta vez, dicha aventura lleva nuevos ingredientes a la anterior, y nuevos desafíos: nuestro primer hijo/a se enfrenta a la llegada de un hermanito y una nueva persona que necesitará el reclamo de sus padres, hasta entonces dedicados en exclusiva.

Es decir, que el primer hijo también sentirá y se verá involucrado en la nueva situación y en el nuevo proceso de cambio, por lo que necesitará sentirse acompañado y ser receptor más que nunca de atención y apoyo. Esta situación hace que los padres se cuestionen cosas como si se pondrá celoso, si cuidará a su hermanito/a menor, si será un buen hermano mayor, o si por el contrario, no querrá tener nada que ver con el nuevo bebé.





¿Qué puedo hacer para que este proceso sea tranquilo y agradable para todos?

hermanitosSé consciente de tus sentimientos y comprende también los sentimientos de tu pequeño. Para los niños, especialmente en edades tempranas, suele ser una etapa de mucha confusión.

  • En primer lugar, porque pueden identificar que algo está cambiando en mamá, que los espacios de descanso comienzan a cambiar, el paso a la cama…
  • En segundo lugar, porque no parará de recibir mensajes algo incomprensibles aún como “ahora serás el hermano mayor”, “debes cuidar y querer mucho a tu nuevo/a hermano/a”, “pórtate bien, mamá tiene otras cosas por las que preocuparse ahora”…lo que puede hacer que el niño se sienta olvidado o abandonado. Lo mejor que puedes hacer en este caso es validar sus sentimientos, entender por qué puede sentirse confundido y brindarle respuestas a todas esas posibles preguntas que puedan estar rondando por su pequeña cabecita.

En lo posible mantén las rutinas, recuerda que es un proceso de cambio y adaptación para todos, pero que los niños funcionan mucho mejor y se adaptan mucho más rápido a las situaciones si tienen una estructura que les brinde seguridad y calma. Anticípate a los acontecimientos, conversa con él como lo harías con tu pareja acerca de los cambios que están por llegar y de lo que significa que llegue un nuevo integrante a la familia. Explícale cuál será su papel y qué esperas de él para que poco a poco pueda ir asimilando el proceso y adaptarse a él.

Evita hablar continuamente del nuevo bebé; provee espacios en los que puedas conversar con tu hijo o hija mayor sobre sus intereses y actitudes, sobre lo orgullosa que estás de lo independiente que se ha convertido y de lo mucho que ha crecido. Hazle sentir que, aunque llegue una nueva persona a vuestras vidas, él o ella siempre será tu primer hijo/a y siempre vas a quererlo como tal. Juega con él como siempre lo has hecho; asegúrate de que tu hijo regularmente tenga un tiempo dedicado solo a él, hazle parte del proceso.

Aunque pueda ser inevitable que en algún momento el niño sienta celos, seguramente con todos estos consejos, este proceso será mucho más llevadero y podrás manejarlo con más tranquilidad, amor y empatía.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

Comparte este artículo en

Envía un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *