Consejos y ayuda para niños hiperactivos o inquietos

No todos los niños que son físicamente activos pueden ser considerados hiperactivos. A menudo, la principal causa de la actividad desmedida tiene más que ver con que sean impacientes, desobedientes o, simplemente, que estén  aburridos.

Determinar si un niño es hiperactivo solo puede ser diagnosticado por un médico, pero hay una serie de síntomas en torno a los cuales los padres deben prestar atención. A continuación te explicamos cuáles son los más importantes.

 

Síntomas del comportamiento hiperactivo. ¿Cómo se manifiestan?

Los principales síntomas que un niño puede tener respecto a este asunto son:

  • No escucha.
  • Realiza continuos movimientos.
  • Si está sentado durante largos periodos de tiempo suele tener rabietas.
  • Interfiere en otras conversaciones y/o juegos sin esperar.
  • Responde a preguntas de manera rápida sin pensar en lo que le han preguntado realmente.

Si después de un resultado en un examen los médicos no están seguros de que este comportamiento sea el resultado de alteraciones en el desarrollo físico y mental del niño, podemos solucionar el problema siguiendo estos pasos:

 

Trucos para controlar la hiperactividad

  • Los padres son el factor más decisivo en la educación de los niños: En presencia del niño, trata de mantener un estilo positivo, agradable y relajante para responder a todo lo que ocurre a su alrededor. No hay que expresar de manera exaltada las emociones ni levantar la voz, hay que tener un lenguaje corporal relajado durante las conversaciones. Estos actos, a menudo provocados por los padres, dan un ejemplo negativo al niño.
  • Tener una dieta equilibrada: Evitar o moderar los alimentos azucarados como el chocolate, los caramelos, las galletas, los pasteles y productos refinados en la medida de lo posible. Se deben realizar 5 comidas al día con un horario establecido, siempre teniendo en cuenta las actividades diarias que realice el niño. 
  • Realización de actividades al aire libre: El niño debe estar el máximo tiempo posible en la calle. Correr y jugar es necesario siempre, ya que conduce a la mejora de la atención y la memoria del niño. Hay que darle mayor libertad en la calle y en los parques, dejándole correr y saltar, ensuciarse, pasar a través de los charcos, subirse a columpios, toboganes, etc. Todo esto contribuye a la liberación del exceso de actividad y la armonización del estado emocional del niño. 
  • Alternar actividades:Programar de forma alterna las actividades activas y tranquilas con una frecuencia de 15 o 30 minutos. La única excepción es la de la hora de la siesta.
  • Siestas obligatorias: Incluso en edad escolar los niños necesitan necesariamente una siesta. Su duración debería estar en torno a las dos horas. Tratar de fijar una hora de acostarse de forma estable y rutinaria es muy conveniente, así como realizar baños con agua caliente, que tiene un efecto muy calmante y de relajación en los niños.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

Comparte este artículo en

2 Comentarios

  1. Muchas gracias por orientarme tengo un hijo así y se me hace muí difícil controlar su carácter..

    Publicar una respuesta

Envía un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *