Cómo llegar a acuerdos y negociar fácilmente con tus hijos

Aunque a veces parezca un imposible el hecho de poder llegar a acuerdos o de entender a tu hijo porque cambia de opinión constantemente, recuerda que sí es posible. Como adultos, y sobre todo en los primeros años de vida de nuestros hijos, pareciera que todo son caprichos y que actúan continuamente sin sentido alguno. Lo cierto es que hasta casi los 3 años de edad, los niños experimentan un nacimiento continuo de neuronas y aún no actúan con un razonamiento lógico, sino al son de sus emociones puras y duras.

Si tu hijo pequeño te dice que quiere subir al tobogán cuando os encontráis en el parque, será probablemente porque haya visto a otros niños y le haya parecido que puede ser algo divertido, sin embargo, es probable que antes de que lleguéis ya haya cambiado de idea y quiera ir al columpio. Permanece tranquilo, porque en realidad tu hijo ante este tipo de situaciones no busca volverte loco ni cansarte más de lo que ya estés a la salida de un día duro de trabajo, sino que son sus emociones las que le empujan a menudo de un lado a otro a actuar sin razón aparente. Ni siquiera tu hijo comprende muy bien por qué quiere una cosa y al momento desea otra, y eso es lo que hace que no pueda responder a tus porqués y parezca sumergirse en un estado de vacilación constante.

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Bien es cierto que a pesar de que tus hijos no sepan muy bien por qué lo hacen al actuar meramente por impulsos, puedan llegar a crear una situación muy tensa en público que te haga enfurecer o ponerte nervioso/a. Procura siempre en este tipo de casos mantener la calma y actuar de una forma que logre comprender. Dale tiempo para pensar bien en aquello que realmente quiere y desea, lo que probablemente le lleve un tiempo, y si cambia de opinión dile que no pasa nada y que le guardarás ese caramelo que ya no quiere para después, o que si ya no quiere ir al tobogán podéis acercaros más tarde u otro día. De esta forma el niño dispondrá de tiempo suficiente para reflexionar y sentir qué es aquello que de verdad quiere o qué no.

Deja que forme poco a poco su lista de prioridades y deseos sin regañar o discutir por sus cambios de opinión. El hecho de no coartarle en el proceso, hará que cada vez se vaya sintiendo más seguro de sí mismo y de sus propias decisiones, menguando su indecisión.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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