La igualdad en la escuela
Es importante reflexionar sobre el modelo de sociedad que tenemos, y si este es el que deberíamos tener y queremos. Aunque hace tiempo que en las escuelas se trabaja en torno a la enseñanza de valores fundamentales, incluidos además en la lista de Objetivos del Milenio establecidos por Naciones Unidas, muchos padres y educadores aún son conscientes de las carencias y la falta de apoyo existente en torno a la aplicación de dichas medidas.
Entre los objetivos mínimos a cumplir, estaría el trabajar el significado de igualdad con el alumnado desde las primeras etapas escolares. Si bien un niño debe entender que no existen diferencias entre él y sus compañeros, ni por motivos físicos, ni por motivos raciales (por poner un ejemplo), también debe tener claro que a ese mismo nivel se encuentran niños y niñas. Para esto sería fundamental que comenzasen a desterrarse mitos y clichés estereotipados, y máxime de cara a estas Navidades, como que el color rosa o el azul son adecuados para unos sí y para otros menos, o que juguetes como una cocinita o un garaje de tres pistas no pueden ser unisex. Si continuamos atribuyendo elementos relacionados con las tareas domésticas a las niñas, y justificamos que son elementos adecuados para ellas y para sus hermanos y/o compañeros no, estaremos perpetuando un modelo de desigualdad social y de género que los niños asumirán como lógico apenas sin darse cuenta.
Cómo trabajar la igualdad para niños, clave para un futuro mejor
Trabajar la igualdad en la escuela es tan fundamental, como pueda ser enseñarles quiénes fueron las personas que nos precedieron e hicieron posible el mundo tal como lo conocemos, o los fundamentos matemáticos que les serán de vital utilidad en el futuro para desenvolverse a nivel sociolaboral. Si entendemos que en la escuela se enseñan herramientas y conocimientos esenciales para el desarrollo de una vida plena, sería lógico pensar y no cuestionar la necesidad de poner en práctica actividades de igualdad para niños y niñas que ayuden a erradicar la visión de un mundo dividido en rosa y azul. Actividades que, bien diseñadas e implementadas, podrían convertirse en el ingrediente secreto de un futuro libre de desigualdad social. Un futuro digno para los adultos del mañana.
