6 ventajas de pintar y colorear en educación infantil

Da igual la técnica: lápices, rotuladores, témpera o pintura de dedos… Las ventajas de que un niño se lance al mundo del dibujo y el color son increíbles y quizás deberías de empezar a plantearte hacerle un rincón de pintura donde tenga sus colores y su mesita con cuadernos en blanco y con figuras. También es una opción pintar una pared de pizarra (en cualquier tienda de pintura te darán las indicaciones necesarias) o forrarla de vinilo para rotuladores. Así tendrá libertad de movimiento y evitaremos que desparrame sus creaciones por toda la casa.

Si aún no te convence la idea, observa las ventajas de que se convierta en un pequeño artista:

Expresa sus sentimientos

Pintar le ayuda a entender el mundo que le rodea utilizando además ambos hemisferios cerebrales: el izquierdo responsable del pensamiento lógico y el derecho, relacionado con la imaginación y la creatividad. A través de las formas y los colores el niño expresa sus emociones. Sus trazos serán grandes, pequeños, fuertes o flojitos dependiendo de cómo se encuentre y lo que sienta en ese momento.

Favorece la concentración y tranquiliza

Colorear o pintar un ratito al día debería ser obligatorio hasta para “los mayores”, cuanto más para los niños. Hasta el pequeño más inquieto con un papel en blanco y pintura a mano se calma y al menos durante media hora sólo está concentrado en llenar cada rincón de la hoja de color y alegría. Mezclando tonos y viendo los efectos, conseguimos que se concentren y pausen el tiempo necesario para respirar serenos.

Estimula su creatividad

Es conveniente dejar a su alcance distintos materiales para que experimente, así como evitar darle instrucciones del tipo: “los árboles no son rojos”, “no te salgas de la línea” o “una ardilla no tiene 5 patas”. Deja que dibuje el mundo como quiera. No le limites. Si condicionamos las mentes infantiles para que piensen igual que nosotros, ¿quién cambiará el mundo en un futuro? Es más, probemos a crear con él los dibujos más locos y divertidos. Transformar la realidad es liberador y, además, compartir con nuestros niños una visión distinta del mundo nos enriquece y nos acerca a ellos más de lo que pudiéramos pensar.

Le ayuda a organizarse

Pensar de antemano qué color va a usar y cómo. Terminar, comenzar, hacerlo más suave, que si puntos, que si líneas, que si círculos, que si ahora el pelo, los ojos… Cada vez que pinta o colorea su cerebro se planifica sobre la marcha. Y se acostumbra a seguir un orden para llegar a un objetivo. Entiende que todo tiene un proceso, lo que le hace madurar sin darse cuenta.

Estimula el desarrollo psicomotriz

Dibujar es un ejercicio magnífico para sus habilidades motoras. Desde agarrar el lápiz hasta controlar el trazo o la intensidad, el muy útil para que el niño vaya ganando en agilidad y destreza. Es la antesala perfecta para aprender a escribir. 

Eleva su autoestima

Por todo lo que hemos dicho en los puntos anteriores es lógico que acabemos hablando de autoestima. Su seguridad se incrementa, pues ha encontrado una actividad que puede dominar, que le da libertad y le relaja. Siente que lo que está en su cabeza toma forma, tiene valor y además cada vez le sale mejor.

¡A pintar se ha dicho!

Autor: Carolina Cuello

Escribo desde siempre, por trabajo y por placer. Creo que la palabra escrita puede cambiar el interior de las personas y es en lo que pienso cuando redacto un nuevo artículo. Más información

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1 Comentario

  1. Excelente y como hacemos para q ellos amen pintar y no sea una tarea.

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