Aprendiendo a conservar los alimentos
Los alimentos se conservan salándolos, secándolos o refrigerándolos.
Los trucos del pasado
Todos los días comemos alimentos conservados, como se hacía en tiempos de nuestros antepasados: pescado o carnes saladas (jamón, bacalao…), alimentos secos (frutos secos) o bañados en vinagre (perdices) y golosinas (pastas de frutas, frutas confitadas…).
Inventos recientes
En 1809, Nicolas Appert descubrió que los alimentos hervidos se conservaban mucho tiempo en un recipiente bien cerrado. Las primeras latas de conserva se vendieron en 1820. Pero para abrirlas se necesitaba un cortafrío y un martillo, pues el abrelatas no se inventó hasta 1860. La comida que no se guarda en conserva o en la nevera, se pudre debido a las bacterias. Al hervir los alimentos dentro de frascos, o congelándolos, se mata a dichas bacterias.
El hielo, un buen conservante
Antes de que se inventara la nevera, los hombres ya sabían que el frío y el hielo son buenos conservantes. Esta idea se les ocurrió a los pescadores y a los cazadores de los países nórdicos cuando se fijaron en que los peces y la caza helados por el frío exterior se conservaban sin estropearse.
Curiosidades
La primera nevera que funcionaba con electricidad se inventó en Estados Unidos en el año 1922, pero no llegaría a Europa hasta cinco años después.
APRENDEMOS UN NUEVO CONCEPTO
Bacteria: las bacterias son microbios que nacen en los alimentos mal conservados y hacen que nos pongamos enfermos.
