Cómo saber si nuestros hijos son o no maduros

Todos nosotros pasamos por muchas situaciones que nos catalogaron de cara a los demás como de “personas maduras”.

 

¿Qué es para cada uno de nosotros ser una persona madura?

Para cada uno de nosotros la madurez de una persona tiene unas características particulares, es importante conocer en nosotros mismos estas, ya que son las que les vamos a pedir a nuestros hijos. De esta forma nuestras peticiones en vez de basarse en aspectos generales tendrán una base más concreta.

Ver nuestra propia historia como personas que alcanzan la madurez:

  • En determinadas situaciones
  • En unas fechas concretas
  • Actuando de determinada manera
  • etc.

Nos ayudará a establecer elementos a buscar en nuestros hijos, quizás las situaciones sean diferentes, o el momento, aunque las señales pueden ser las mismas.

 

¿Cómo nos demostraron, demuestran y demostrarán nuestros hijos estas señales de madurez?

Aunque mucha gente piensa que la madurez se da en un momento determinado después incluso de la adolescencia, lo cierto es que esta como todas las características de la persona se van cultivando desde que nuestros hijos e hijas son muy pequeños/as.

  • ¿Cuál fue la primera señal que te dio tu hijo/a en su desarrollo y que indicó para ti madurez?
  • ¿Qué señales a lo largo de su desarrollo te han ido constatando esta madurez?
  • ¿Cuál fue la última señal que viste?
  • ¿Qué señales te gustará ver en un futuro?
  • ¿Cuál será la primera señal que te indicará que tu hijo/a sigue consiguiendo esta madurez?
  • ¿Y las siguientes?

Todas estas preguntas nos ayudan a establecer metas, como madres y padres que quieren lo mejor para nuestros hijos e hijas muchas veces queremos ya estar al final del camino donde nuestros hijos nos demuestren que todo va a ir bien, aunque, tendríamos que preguntarnos: ¿algún padre o madre por muy mayores que sean sus hijos dejan de establecer metas y logros para sus hijos?, la respuesta es no.

Siempre vamos a estar como padres demandando que nuestros hijos sean cada vez más felices, que obtengan logros y éxitos.

Así para nuestros hijos es más fácil ir paso a paso, y nosotros sus padres podemos ir poniendo esas metas como pequeños logros a conseguir.

¿Cómo podemos nosotros como padres ayudar a que estas señales se produzcan?

  • Siendo amplificadores de estas señales cuando se den.
    • “El otro día me sorprendiste, no se como fuiste capaz de…”.
    • “¿Cómo conseguiste…?, debió de ser difícil.
  • Dando ejemplos de cómo nosotras y nosotros conseguimos llegar a ellas, mostrando tanto éxitos como fracasos.
    • “Me acuerdo que en una situación parecida yo…”.
    • “Cuando yo intente eso en …, me encontré con muchas dificultades”.
  • Valorando las señales no como éxitos sino como intentos, todos ellos ya son muestras de estas señales.
    • “Lo importante es que lo hallas intentado, salir bien o mal depende de muchas cosas además de ti”.
    • “Volverás a intentarlo, ya verás, lo importante es que no te canses de intentarlo”
  • Poniéndonos en el lugar de aprendices, nosotros también podemos aprender de nuestros hijos e hijas.
    • “Debe haber sido difícil, me acuerdo que en una situación parecida a tu edad yo tardé en saber que hacer”.
    • “Me estas enseñando cosas que yo ahora no sé si sería capaz de hacer”.
  • Valorar los intentos por su esfuerzo, y porque toda señal de madurez también supone perdidas.
    • “Sí, no salió todo lo bien que nos hubiera gustado, aunque eso nos demuestra el gran esfuerzo que haces cada vez que lo intentas”.
    • “No conseguir lo que uno desea no siempre es malo, perder también te demuestra de lo que eres capaz”.

 

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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