Cómo actuar con niños tercos o testarudos

Muchos estudios demuestran que ser obstinado puede ser un claro indicador de éxito y excelencia en la vida futura. Sus efectos positivos pueden ser varios, si se maneja con prudencia desde la infancia, como la iniciativa y el liderazgo en diversos campos. Pero hay muchas más cualidades y efectos positivos:

1. Perseverancia y determinación

Todos sabemos que sin obstinación no puede haber determinación, solo se gana cuando tropezamos con obstáculos en nuestra vida y vamos aprendiendo poco a poco. Solo teniendo perseverancia en algo un niño podrá superar cualquier reto. Es normal que en los primero años del niño, nos resulte difícil y engorroso, pero vale la pena tener paciencia.

2. Independencia

Un niño testarudo no imita a nadie y tampoco desea ser como alguien de su entorno. Esta es una de las características más importantes del liderazgo.

3. Autosuficiencia

En repetidas ocasiones oímos a nuestros hijos decir que no quieren que les ayudemos cuando se trata de algo que quieren conseguir con su propio esfuerzo, y esto es algo muy positivo en ellos.

 

¿Cómo debemos actuar entonces con ellos?

  • No es bueno recibir órdenes por parte de tu hijo sucesivamente sin pensar. Intenta convencerle de que hay soluciones alternativas que le pueden servir y hacerle ver que se equivoca con esa actitud o que no es el camino adecuado.
  • Poner ciertos límites bien definidos a los niños testarudos es esencial para no elevar su liderazgo. Deben aceptar que unas veces se puede tener éxito al intentar conseguir algo y otras veces no.
  • Debemos comprender los sentimientos del niño y evitar según qué frases innecesarias. En lugar de “el tiempo para jugar ha terminado, así que si no quieres que te castigue ven a comer”, es mejor decir: “sé que te gusta jugar, y es difícil dejar algo que te gusta, pero podemos guardarlo muy bien para que podamos volver a jugar mañana”. En los dos casos hay el mismo objetivo, pero en la segunda forma tu hijo fortalecerá su entendimiento sobre sus propios sentimientos.
  • Siempre debemos mantener calma en todo momento, no reacciones bruscamente si el niño empieza a gritar o tiene una rabieta. Si respiramos profundamente y mostramos una respuesta positiva será mucho mejor que una realimentación negativa que podría acabar en discusión y tristeza.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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1 Comentario

  1. Los niños líderes muestran sus fortalezas desde muy pequeños. Es fantástico ver el desarrollo y su ahínco por conseguir sus metas.

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